domingo, 30 de agosto de 2015

Citas últimas lecturas

 
Literatura
 
Fue en la compañía G donde me di cuenta de que las novelas podían ser más que cuentos para entretener y emocionar. También podían transmitir sabiduría y asomarse a los recovecos más profundos de la conducta humana.
Edward Bunker, La educación de un ladrón
 
 
Lectura
 
Había pasado buena parte de la infancia y de la juventud encerrado en una celda con un libro. Lo que pensaba del mundo era el reflejo de lo que había leído: la lectura llenaba el vacío que normalmente se reserva a la familia y a la comunidad.
Edward Bunker, La educación de un ladrón
 
 
Leer, lectura
 
Deberíamos leer menos, afirmó Z. con mal humor. A su modo de ver, leer era una mala costumbre, tan perjudicial para la salud como el tabaco. “Si me hubiera dedicado a pensar en lugar de hojear libros o incluso periódicos”, prosiguió, “probablemente me habría vuelto más inteligente.”
H.M. Enzensberger, Reflexiones del señor K. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes
 
 
Dinero
 
El dinero era como el estiércol: no era bueno a no ser que se esparciera.
H.M. Enzensberger, Reflexiones del señor K. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes
 
 
Riqueza
 
Quizá lo que deberíamos hacer es sencillamente abandonarlos a su riqueza, a esos imbéciles que necesitan a toda costa poseer el yate más grande del puerto.
H.M. Enzensberger, Reflexiones del señor K. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes
 
 
Crítica
 
La tendencia a quejarse sobre cualquier cosa, afirmó, era comprensible. Uno apenas podía salir de casa sin encontrar un montón de razones para ello.
H.M. Enzensberger, Reflexiones del señor K. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes

sábado, 29 de agosto de 2015

Otro regreso de Maalouf a los orígenes


 
 
Lleva Maalouf cuarenta años exiliado en Francia y en los dos últimos libros está de alguna manera mostrándonos cierta añoranza de su Levante natal. Si en  Orígenes se producía una vuelta y una verdadera investigación sobre la familia, aquí se trata de recuperar las amistades de juventud abandonadas con el exilio. Tiene por lo tanto muchos elementos autobiográficos y, sobre todo, deja constancia de la forma de pensar del autor sobre temas tan queridos para él como son: la religión, los conflictos en su país de origen, las relaciones entre Occidente y Oriente, la búsqueda de la identidad, la importancia del amor y la amistad, el compromiso,…
A partir de la anunciada enfermedad de un amigo del que se separó totalmente, Adam, el protagonista, profesor de historia en París, vuelve y comienza el intento de recuperar a los viejos amigos. Dos emigrados, uno en Estados Unidos (donde trabaja para una agencia oficial de inteligencia) y otro, judío,  en Brasil, un ingresado en un convento cristiano y convertido en monje, un empresario de éxito, un islamista radical que sustituye a su hermano también islamista muerto hace años y, una mujer, Semiramis, que le sirve para meter de forma un tanto forzada la historia quizá más floja de este espléndido libro.
Con estos personajes Maalouf va montando las diferentes historias y mostrando su pensamiento sobre los temas a los que antes hacía referencia.
De este escritor, que ya ha aparecido en la sección del blog de mis autores favoritos, me gusta casi todo pero especialmente tres cosas: el interés que siempre tienen los temas que aborda, la gran capacidad para contar las historias y el cariño con el que trata a sus personajes que, además, no suelen ser blanco o negro sino más bien de la escala del  gris.
Seguramente no se trata del mejor libro de Maalouf, pero sí que es uno de los que más me ha llegado quizá por coincidir en algunas cosas con el protagonista.
Un par de ejemplos sobre las opiniones del protagonista:
 
“No dejan de repetirme que nuestro Levante es así, que no cambiará, que siempre habrá facciones, favores bajo cuerda, dinero negro, un nepotismo obsceno, y que no tenemos más elección que apechar con ello. Y como me niego a hacerlo, me tildan de orgulloso e incluso de intolerante. ¿Es acaso orgullo querer que el país de uno llegue a ser menos arcaico, menos corrupto y menos violento? (p.69)
 
“En el alegato que me cuentas, tu padre puso el dedo en una verdad capital: nada más acabar la Segunda Guerra Mundial, Occidente se enteró del horror de los campos, del horror del antisemitismo; mientras que, a ojos de los árabes, los judíos no se presentan en modo alguno como civiles desarmados, humillados, en los huesos, sino como un ejército invasor, bien equipado, bien organizado, terriblemente eficaz.” (p.299)
 
Un libro muy recomendable que se lee con gusto, es muy entretenido y está muy bien escrito.
 
Amin Maalouf, Los desorientados

jueves, 27 de agosto de 2015

Documento impresionante

En 1975 Claude Lanzmann entrevistó en Roma a Benjamin Murmelstein, el último presidente del Consejo Judío del gueto de Theresienstadt y el único también que sobrevivió a la guerra. Imagino que lo entrevista la hizo para su proyecto Shoah, pero no aparece en él en ningún momento.
En 2012 se le ocurre la brillante idea de recuperar las entrevistas y, además, de hacer un montaje en el que el mismo Lanzmann aparece en diferentes ocasiones lugares leyendo textos realmente evocadores. Incluye la edición algunas imágenes de un documental que hizo la propaganda nazi sobre dicho gueto.
Escuchar a Murmelstein, lo que cuenta y la maravillosa forma en que lo hace, me ha resultado realmente fascinante. Es, era, un hombre dotado de una prodigiosa memoria y de una capacidad narrativa formidable. Ver a Lanzmann a sus 87 años leyendo y mostrando su propio deterioro, me ha resultado particularmente emocionante. Una de las lecturas la hace delante del patíbulo en el que ahorcaban en el gueto.
No sé si todo lo que cuenta “el último de los injustos” es toda la verdad, pero sí que ofrece su versión desde una perspectiva no habitual al hablar sobre el tema del Holocausto.
Documento imprescindible en sus casi cuatro horas de duración.


lunes, 24 de agosto de 2015

Gran decepción



Comenzaré esta  entrada de la misma forma como acabo otras, dando los enlaces a dos comentarios sobre la novela que le hacen críticas bastante favorables como son los del ABC cultural y La tormenta en un Vaso de Agua. Lo hago así porque es tal la decepción que he sufrido con esta novela que, me temo, se deba más a mi situación durante su lectura que al valor que pueda tener el texto.
Resumiendo mucho: me he aburrido soberanamente; no he entrado en ningún momento en la historia y apenas he seguido la trama y eso que tanto el lugar, Estonia, como la época en la que se desarrolla, segunda guerra mundial con el dominio soviético primero y nazi después y primeros sesenta, me resultan muy interesantes. Tanto como me gustó su anterior novela, Purga, me ha defraudado esta.
No sé qué factores habrán hecho que sea así; quizá que tras la lectura de Canadá de Richard Ford no es fácil que otra novela capte la atención con la misma intensidad,  o puede ser que me haya faltado concentración para entrar en una trama no siempre demasiado clara ni creo que demasiado bien planteada. En fin, da igual, lo importante es que he sobrevolado sobre el texto a pesar de que cuando adquirí el libro hace poco lo hice con muchas ganas tras la lectura de la anterior novela de Oksanen.
También tengo que reconocer que a pesar de lo dicho no tuve la tentación en ningún momento de abandonar la lectura, quise darle todas las oportunidades, pero al llegar el final no cambié las impresiones que iba recogiendo a medida que leía.
Una pena porque no es algo que me suela suceder a menudo.
 
Sofi Oksanen, Cuando las palomas cayeron del cielo

domingo, 23 de agosto de 2015

Artículos interesantes

Marta Sanz escribe en Babelia un interesantísimo artículo sobre Rafael Chirbes. Da gusto poder poner este tipo de textos tan raros en nuestra prensa no especializada.
 
Pues no va a ser el único en esta entrega ya que Mario Vargas Llosa publica un espléndido artículo sobre Guerra y Paz novela que por cierto tango pendiente y es fácil que la lea este año. En días así es un placer leer la prensa. (El País)

Espléndido análisis de Oskar Lafontaine sobre  el euro, Grecia y la izquierda. Plantea alternativas muy interesantes y una crítica de la política económica actual de la UE. (eldiario.es)

viernes, 21 de agosto de 2015

Recuperando viejos autores




 
Hacía veinte años, desde que leí El día de la independencia y La última oportunidad,  que no leía nada de Ford. Estaba incluido entre los autores anglosajones de los que me había cansado como ya he comentado más de una vez en el blog. Dentro de la recuperación que estoy haciendo de esa literatura durante este año (a partir de los descubrimientos de Fante, Bunker o Banville) y por varias recomendaciones, acabo de leer esta magnífica novela que por algo fue tan aclamada por la crítica cuando se publicó hace dos años.
“Monumental, inolvidable, excepcional, hermosa, turbadora, apasionante, infinitamente poética y refinada, virtuoso manejo del suspense narrativo, …”; estas son algunas de las cosas que se han dicho del libro y que la editorial ha puesto en la contraportada o en la faja de la 5ª edición. Creo que califican y describen bastante acertadamente lo que supone esta gran obra.
A mí me ha resultado un libro totalmente absorbente desde el espectacular comienzo: (“Primero contaré lo del atraco que cometieron nuestros padres. Y luego lo de los asesinatos, que vinieron después.”), hasta la reflexión final. Resulta realmente impresionante la facilidad con la que Ford te mete en una historia de la que lo que menos importa es el final –de hecho se conoce de alguna forma- sino cómo se va acercando a los momentos culminantes y cómo cada personaje hace y dice lo que tiene que hacer y decir; no da la impresión de que sobre ni falte nada en un libro de más de 500 páginas aunque es cierto que la primera parte me parece más conseguida y redonda que las otras dos.
Curiosamente se trata de un texto en el que resulta difícil cualquier identificación con sus protagonistas por muchas y variadas razones e incluso no se llega a entender muy bien alguno de sus comportamientos y de sus decisiones, pero no importa, y creo que ahí está uno de los aspectos de la grandeza del libro, porque se sigue la historia de una forma bastante hipnótica y eso solo se consigue con una gran capacidad narrativa y literaria que está al alcance de no demasiados escritores.
Un gran libro. Hay un buen comentario de Salvador Gutiérrez en el siguiente enlace.
 
 
Richard Ford, Canadá

jueves, 20 de agosto de 2015

Israel en Gaza




A lo largo de los seis capítulos en que está dividido el libro este profesor de la Universidad DePaul en Chicago e hijo de supervivientes del holocausto da una visión bastante alternativa a la que suele ser la habitual en los medios de comunicación occidentales. Los capítulos corresponden a las notas que el autor ha venido haciendo tras cada masacre cometida por Israel en Gaza: las de 20009, 2012 y 2014 (Operaciones Plomo Fundido, Pilar Defensivo y Margen Protector en la terminología militar israelí).
Utiliza muchísima documentación (hay 30 páginas de notas y referencias para 100 de texto) de muy variada procedencia que en muchos casos es el propio ejército y el gobierno de Israel.
La tesis que defiende Finkelstein es que Israel con dichas operaciones, convertidas en verdaderas masacres, pretende un doble objetivo: por un lado, la necesidad de restaurar su capacidad disuasoria puesta en duda ante los fracasos en el Líbano y, por otro lado, contrarrestar la amenaza planteada por las ofensivas de paz palestinas. Desde luego que la tesis puede ser discutible, pero la argumenta y documenta bastante bien y la hace aparecer como muy plausible.
Muy interesante es también el análisis que hace del Informe Goldstone para las Naciones Unidas así como del posterior cambio de postura del propio Goldstone. También son especialmente útiles los análisis que hace sobre las posiciones de otros países de la zona ante el conflicto.
Un libro que merece mucho la pena pues está escrito con rigor y, aunque defiende básicamente las posiciones palestinas, también defiende el derecho de Israel a su existencia.
El libro termina con la siguiente propuesta: “Lo mejor que se puede decir de la resistencia armada es que ya se ha probado muchas veces para acabar con el bloqueo, sin éxito alguno. Lo peor que cabe decir de la resistencia masiva no violenta es que es algo que aún no hemos intentado. ¿No deberíamos darle al menos una oportunidad?.” (p.107)
Una interesante propuesta que supondría tal cambio que dudo mucho que pueda ser puesta en marcha por los palestinos ya que tengo la impresión de que también a alguno de sus grupos le interesa mantener vivo el conflicto.
Sobre la última operación hay un reciente artículo de Finkelstein sobre la postura de Amnistía Internacional.
 
Una nota al margen: Al mismo tiempo que leía este libro, estaba leyendo el que reseñé hace un par de días de Andrés Sorel sobre Auschwitz. Me resultaba bastante chocante leer las atrocidades que se mencionan en ambos teniendo en cuenta quién las padecía y quién las produce hoy. Por cierto que soy de los que diferencia perfectamente entre antisemitismo y antisionismo.

 
Norman G. Finkelstein, Método y locura, La historia oculta de los ataques de Israel en Gaza

miércoles, 19 de agosto de 2015

Gran decepción




 
Solo conocía a Benjamin por las referencias que a él se hacen al hablar de la Escuela de Frankfurt y, muy recientemente, por lo que sobre él escribe Enzo Traverso en La historia desgarrada (hace poco hice la reseña en el blog). Por todo ello me llamó mucho la atención este libro que recoge su viaje a Moscú  en 1926 teniendo en cuenta, además, que en poco tiempo he tenido ocasión de leer los viajes a Rusia (realmente la URSS) de Roth y Zweig, el del primero coincidiendo en fechas con el propio Benjamin y en 1928 el del segundo.
No creo que sea por tratarse en los casos de Roth y Zweig de dos de mis escritores favoritos, pero desde luego este de Benjamin desmerece mucho a su lado. Pese a estar considerado un agudo intelectual, apenas hay alguna reflexión interesante en el texto en el que básicamente se limita a contar el día a día y sobre todo, y de forma bastante tediosa, sus encuentros (más bien desencuentros) con la autora Asja Lacis con quien había mantenido una larga relación en Berlín. Algunas visitas a museos, mucho frío, comidas en restaurantes y, sobre todo, muchos espectáculos teatrales, completan un texto en el que de sus 200 páginas hay muy pocas que me hayan parecido mínimamente interesantes.
Tendría que añadir también mi desagrado por la enorme cantidad de notas a pie de página, 311, que tanto se echan de menos en otros libros; pero es que las hay para informarnos de quiénes son Lenin, Shakespeare o Tolstói por poner solo algún ejemplo significativo, algo que se supone conoce un lector que se interese por este tipo de libros.
En fin, es una pena porque el autor y el tema presagiaban un texto más consistente.
 
Walter Benjamin, Diario de Moscú

lunes, 17 de agosto de 2015

La comunicación política




El autor es un verdadero especialista en el tema y, lo que es muy importante, no solo como teórico sino también por haber colaborado con varios partidos políticos y gobiernos, es decir, que tiene  la experiencia práctica de muchas de las cosas que plantea.
El libro es verdaderamente interesante tanto por la información teórica que suministra como por la multitud de  estudios que comenta, hechos en su inmensa mayoría en Estados Unidos, y por los ejemplos, tanto históricos como actuales, con los que ilustra sus análisis y comentarios. Además, escribe de una forma muy clara y concisa y las citas que reproduce son magníficas para aclarar y completar sus informaciones.
Quizá el reproche que yo le haría, aunque el autor no tenga culpa ninguna, es el efecto desmoralizador que tienen algunas de las cosas que plantea ya que parece que, en el fondo, todo eso de la política termina resumiéndose en una mezcla de teatro, emoción y comunicación un tanto manipulada quedando las ideas y los elementos racionales un poco al margen.
En un texto de 500 páginas es difícil destacar solo unos pocos aspectos relevantes. No obstante, a mí particularmente me han llamado la atención:
-Los estudios que trae a colación a propósito de la importancia de la genética y la neurología sobre la formación de nuestras ideas políticas.
-Las muchas páginas que dedica a las diferencias entre conservadores y progresistas y a los estudios que sobre ellas se han hecho.
-Todas las referencias a la importancia del marco y al enmarcado (frame) en los mensajes políticos.
-El análisis que hace del uso de las redes sociales y a su incidencia real, mucho menor de lo que se suele pensar, a la hora de conformar la opinión política y, sobre todo, sobre los resultados electorales.
En definitiva, se trata de un libro muy completo sobre un tema apasionante para cualquiera que esté interesado en la política y del que me parece que echarán mano distintos encargados de campañas electorales.
 
Luis Arroyo, El poder político en escena. Historia, estrategias y liturgia de la comunicación política

domingo, 16 de agosto de 2015

Auschwitz con toda su crudeza


 
Aunque parezca que sobre Auschwitz está todo escrito, siempre se le puede dar otra vuelta de tuerca. Eso es lo que hace Sorel en este difícilmente clasificable libro. El protagonista, K, es un miembro de la orquesta del campo y nos irá narrando en primera persona a lo largo de cinco capítulos, secuencias las llama el autor, los diferentes componentes y momentos que forman y suceden en un campo de exterminio. Desde la llegada a la estación y la consiguiente separación, hasta los trabajos diarios de los que sobreviven y la espantosa muerte a la que son sometidos los que no. Lo hacen.
Un texto lleno de horrores que, además, Sorel no intenta ocultar,, sino todo lo contrario, como cuando escribe en la página 205 a propósito de los hornos: “(…) el fuego incendia con su fulgor la estancia, enrojece nuestros rostros pronto ennegrecidos, las llamas bailan y cantan en su jerga pidiendo devorar más cuerpos, cuando arrojamos éstos a su interior precipitan su vigorosa danza con cimbreantes movimientos, ensanchándose, crepitando conforme cruje la piel de la leña humana, sobre todo la de los más jóvenes y tiernos, la carne se va carbonizando y al fin la piel estalla, la grasa forma hileras en las paredes de los recintos, son las cabezas las que más tardan en consumirse,…”
Como se ve se trata de un libro cuya lectura no es apta para cualquier tipo de lector. Cuesta respirar a veces durante su lectura incluso para quienes, como es mi caso, han leído mucho sobre el tema, Párrafos extensos, sin puntos ni puntos aparte, solo separados por comas, con un afán en ocasiones expresionista, describiendo el horror.
Sorel se ha basado en una bibliografía que da al final y que recoge lo fundamental que hay sobre el Holocausto en general y Auschwitz en particular. De hecho hay frases que aunque no las entrecomille son típicas de Levi o Améry. También da varias citas textuales de diferentes autores sobre todo en el primer capítulo que, por cierto, es el que me parece más flojo ya que da la sensación de estar un tanto forzado (esa extraña relación con una mujer, Kyoko, que recogerá el manuscrito) y puesto ahí para justificar el nacimiento del texto.
La principal aportación de libro es conseguir dar una visión de todos los aspectos de la vida en el campo que no es fácil encontrar tan completa en los escritos hechos por los supervivientes. También es muy sugerente desde el punto de vista de su escritura y composición.
Especialmente interesantes me han parecido las páginas que dedica a la figura de los sonderkommandos y los debates que introduce en un par de momentos entre diferentes posiciones que mantienen algunos presos.
Recomendable lectura aunque, como advertía antes, no para todo el mundo.
 
 
Andrés Sorel, Último tango en Auschwitz

Artículos interesantes



Esta vez quiero abrir la sección con esta entrevista con Rafael Chirbes que sirva como homenaje a un grandísimo escritor que falleció ayer. Este año he puesto en el blog sus dos últimos libro pues Crematorio no lo había leído en su momento. Creo que era uno de los mejores escritores vivos en castellano. Es una pena su temprana desaparición porque estaba en un gran momento creativo.

Del resto de la información hay poca cosa en este ferragosto.

Paul Krugman hace un buen y claro análisis sobre la situación de China. Esperemos que sepan qué hacer por la cuenta que nos trae. (El País)

También puedo destacar una interesante entrevista con Manolo Monereo, una especie de eslabón entre IU y Podemos, por al análisis que hace del momento actual. (rebelión.org)

viernes, 14 de agosto de 2015

Citas últimas lecturas

Guerra
 
 
Si una guerra es justa, todos los hombres del país deberían ir a luchar, sobre todo los que tienen más pasta, los que tienen más que perder, pero ésos no van a la guerra. Quieren que tú y yo vayamos a luchar mientras ellos siguen ganado dinero… y a nuestras expensas. No les importa a cuántos de nosotros matan, sólo que ellos puedan conservar lo que tienen y conseguir más. También son muy patrióticos, diez veces más patrióticos que nosotros. A ellos les gusta la guerra y nosotros la odiamos.
William Saroyan, Las aventuras de Wesley Jackson
 
 
 
Error
 
 
Si no cometes errores, es que no lo estás intentando de verdad.
Coleman Hawkins en
F.Bianchi y P.Pitacco, 101 microlecciones de jazz
 
 
 Escritura
 
 
Escribir es como el jazz: puede aprenderse, pero no enseñarse.
Paul Desmond en
F.Bianchi y P.Pitacco, 101 microlecciones de jazz
 
 
Edad, muerte
 
 
-A lo mejor vives cien años.
-Espero que no, la verdad –replicó asustada-, me gustaría morirme en un estado más o menos presentable.
Kirsten Thorup, La pequeña Jonna
 
 
Totalitarismo
 
Anulación de los derechos cívicos y creación de una categoría de parias víctimas de todas las vejaciones por vivir al margen de la ley, privación de la dignidad moral del individuo y destrucción de su autonomía personal (de su capacidad de pensar y juzgar): estos son los elementos cristalizados en el totalitarismo.
Enzo Traverso, La historia desgarrada. Ensayo sobre Auschwitz y los intelectuales

jueves, 13 de agosto de 2015

Un viaje por el sur de África



 
Theroux no solo es un gran viajero sino que es un grandísimo escritor sobre viajes. Lo ha acreditado a lo largo de los años con varios libros y lo corrobora con este último fruto de un viaje al sur de África recorriendo parte de la República Sudafricana, Namibia y Angola. Como casi siempre, los desplazamientos los hace en medios de transporte públicos que en este caso son principalmente autobuses ya que su medio preferido, el tren, apenas existe en esas zonas.
En el texto da una visión nada complaciente de la realidad de la zona. Así, por ejemplo, al llegar a Lubango en Angola escribe:
 
“Pensé: “Ya he estado aquí”.
Otra ciudad africana, otro espanto, más caos, luces deslumbrantes, muchedumbres en las calles, la pestilencia de la tierra y las emisiones de diésel, las vallas rotas, las tiendas destruidas, las barras de hierro en los escaparates, los niños peleándose, las mujeres sobrecargadas, y nada que sirviera de alivio.” (p.257)
 
Tampoco las ONGs se libran de sus críticas y, desde luego, se llevan la palma tanto el gobierno angoleño, al que acusa de ladrón y de haber hecho del soborno la forma de vida,  como el Portugal colonizador. Y es que la Angola que describe es realmente terrible por su extrema miseria y, al mismo tiempo, la enorme riqueza que gracias al petróleo acumula su clase gobernante. De la época del dominio portugués no tiene sino acerbas críticas por el trato dado a los africanos, en estado real de esclavitud hasta muy avanzado el siglo xx, y lo poco que dejaron cuando se produjo la descolonización. Valga como ejemplo el siguiente fragmento:
 
“En cierto modo, esa era la historia del interior de Angola: Portugal había exportado a sus criminales brutalizados y a sus campesino analfabetos y los había convertido en colonos, primero para esclavizar y deportar a los africanos y después para dominar a los que habían quedado. Las paredes de las granjas estaban destrozadas, los tejados hundidos y las tejas hechas añicos. Pero no vi más que un puñado de edificios así en ochenta o ciento veinte kilómetros de recorrido, en un país que había sido colonia durante más de cuatrocientos años.” (p.253)

 Por supuesto también critica a los habitantes originarios cuando lo cree oportuno e incluso determinados aspectos de la actual presencia china.
Además de críticas como las referidas, el libro ofrece otros muchos alicientes aunque no desde luego para animarse a hacer turismo por esa parte del continente donde se hace por cierto un “turismo de la pobreza” tal como cuenta Theroux.
Otros alicientes del libro son: la extraordinaria capacidad del autor para contar las cosas, su pasión por un continente que tan bien conoce (incluso habla el swajili), las interesantes referencias históricas que hace y, como siempre, su buena escritura.
Es uno de esos libros que cuesta dejar de leerlo durante un rato porque te metes en sus historias y sus descripciones. Un gran libro.
Desde otro punto de vista, resulta admirable que alguien a punto de cumplir lo setenta años se embarque en una aventura como la de un viaje así, y es que Theroux es un apasionado del viaje; casi se podría decir que es su forma de vida.
 
 
Paul Theroux, El último tren a la zona verde

miércoles, 12 de agosto de 2015

Reflexiones desde la madurez



 
A estas alturas de su vida, nació en 1929,  Enzensberger se puede permitir unas reflexiones como las que deja en este, por otro lado, interesante, entretenido y ocurrente libro.
Toca todos los temas que le viene en gana y con muy diverso estilo yendo de la ironía al escepticismo, pasando por la crítica más o menos dura. Utiliza para ello a un tal señor Z. (¿será por la letra de su apellido?) que hace las reflexiones en la calle ante un grupo de gentes que se acerca para escucharle y, en general, seguirle la corriente.
El dinero, la universidad, la indignación, el diseño, el sueño, la civilización americana, la energía, la cosmonáutica tripulada, la corrección política, la democracia, los derechos humanos, la vejez, las reseñas, o el cuarto de baño, son algunos de los muchos temas sobre los que Z. da su opinión que es recogida por alguno de los oyentes.
Como se ve, unos temas  son más llamativos que otros y lo mismo pasa con la reflexión que hace sobre ellos que resulta más o menos interesante y con la que se puede estar o no de acuerdo, pero siempre es bueno que alguien con la experiencia vital e intelectual del  autor se ponga  a hablar sobre todo lo divino y humano.
Hasta ahora había leído otros dos libros suyos, ambos magníficos: El corto verano de la anarquía y Hammerstein o el tesón.  Creo que tendré que leer alguno más pues hay por ahí una Guía para idiotas y un En el laberinto de la inteligencia, cuyos títulos prometen.
 
Dos muestras de alguna de sus reflexiones:
 
“Deberíamos leer menos, afirmó Z. con mal humor. A su modo de ver, leer era una mala costumbre, tan perjudicial para la salud como el tabaco. “Si me hubiera dedicado a pensar en lugar de hojear libros o incluso periódicos”, prosiguió, “probablemente me hubiera vuelto más inteligente.”” (p.20)
 
“Quizá lo que deberíamos hacer es sencillamente abandonarlos a su  riqueza, a esos imbéciles que necesitan a toda costa poseer el yate más gran del puerto.” (p.61)
 
H. M. Enzensberger, Reflexiones del señor Z. o migajas que dejaba caer, recogidas por sus oyentes.

martes, 11 de agosto de 2015

Autobiografía de un delincuente



 
Si al comentar hace poco la novela de Dan Fante Mooch decía que, tras haber leído su autobiografía, todo me resultaba familiar, ahora tengo que decir algo parecido solo que al revés: leyendo la autobiografía de Bunker voy rememorando temas y episodios de sus novelas que, en este caso, he leído antes porque así se han publicado.
La autobiografía abarca todo el período en que se dedicó fundamentalmente a la delincuencia y así se van sucediendo los ingresos en  distintas instituciones: centros de menores, escuelas militares (en estas había que pagar), reformatorios hasta terminar en San Quintín donde ingresó en diferentes ocasiones.
Como dice en la página 296: “Era verdad. Yo era diferente. ¿Cómo no podía serlo, después de haber pasado por centros de menores a los diez, por el reformatorio a los trece y por San Quintín a los diecisiete? Nunca vería el mundo como un miembro de la burguesía y tampoco lo deseaba.”
El libro tiene casi 600 páginas por lo  que el nivel de detalle en lo que cuenta es alto. Creo que aquí está lo único que yo criticaría, su excesiva extensión y ciertas reiteraciones, claro que si reflejan las de su vida están más que justificadas.
Hay episodios que me han resultado especialmente relevantes y/o curiosos: la  relación materno-filial con la ex actriz de cine mudo y esposa de un importante productor de Hollywood, Louise Wallis, que intenta rehabilitarle y por momentos lo consigue; los comentarios sobre la diferencia entre la delincuencia de los años cincuenta y la posterior; el recorrido que hace por los Estados Unidos  o la vez en que intentó esquivar la acción de la justicia haciéndose pasar por loco.
El libro tiene un cierto aspecto behaviorista, es decir, en él se muestran principalmente conductas y comportamientos sin que se relaten ni se busquen las causas. Hay mucho diálogo, una de las especialidades de Bunker para la que creo que está especialmente dotado, y también la demostración de tener  una buena memoria aunque me parece que se trata de una recreación muy bien hecha de lo que realmente sucedió o, como se dice ahora, de una realidad ficcionada.
Sobre su estilo nada mejor que reproducir las palabras de Kiko Amat en el Prólogo: “Es el suyo un lenguaje forense, engañosamente simple, podado a ras de hueso, completamente “falto de histeria”. Es un idioma concreto, acerado y brutal, carente de aspavientos, melindres, boutades o macarradas. Bunker escribe sobrio y comedido, incluso cuando describe las mayores atrocidades. Uno aprecia la fortaleza y dignidad que ostenta su prosa, y a la vez se maravilla con la capacidad que tiene el autor para sacar a la luz la belleza y la emoción, cuando estas se dejan ver.”
Para terminar, este fragmento en el que Bunker da su visión moral: “A quien se sienta escandalizado por mis manejos y por mi evidente falta de remordimientos le diré que solo tenía que justificarme ante mí mismo, que es lo que debe hacer todo el mundo. Nadie obra mal, para su fuero interno. Yo consideraba, y considero todavía, que si Dios ponía en un platillo mis fechorías y en el otro lo que me habían hecho en nombre de la sociedad, quedaría por ver hacia qué lado se inclinaba la balanza.” (p. 340)
Un libro muy recomendable pues además de resultar muy entretenido y apasionante por momentos, hace reflexionar sobre muchas de las ideas que a veces tenemos sobre los delincuentes.
Desde luego, tras haber leído casi todo lo publicado del autor, no me extraña que se haya convertido en autor de culto en muchos países.
 
Edward Bunker, La educación de un ladrón

lunes, 10 de agosto de 2015

Posizquierda




 
En un texto de apenas cincuenta páginas este profesor italiano plantea la nueva situación de la política, y dentro de ella sobre todo de la izquierda, en el nuevo mundo que se está configurando con la globalización.
Hay algunas páginas muy interesantes que son las que dedica a la crítica de la idea de progreso y al final de alguna manera de la dicotomía derecha-izquierda (algo que suena bastante conocido por aquí aunque no sea exactamente con idéntico significado). También en la parte final del libro  aporta una buena sistematización sobre los principales problemas de la democracia actual: oligarquización, crisis de la representación, etc.
En varios apartados se basa sobre todo en estudios y reflexiones hechas por prestigiosos intelectuales como: U.Beck A.Giddens o N.Bobbio.
Se completa la edición con una serie de entrevistas realizadas a diferentes personajes italianos relacionados con la política de una u otra forma que no aportan demasiado y también con otra al mismo U.Beck tampoco muy afortunada.
Un libro pues que se puede leer para repensar algunas ideas y que tiene virtud de hacer alguna reflexión novedosa, a partir sobre todo de ideas de M.Castells, aunque debo reconocer que no he llegado a comprenderlas en su totalidad.
 
 
Marco Revelli, Posizquierda. ¿Qué queda de la política en el mundo globalizado?