jueves, 30 de abril de 2015

Agradecimiento editorial

En un blog como este dedicado principalmente a los libros, hace tiempo que vengo pensando en escribir algo sobre las grandes protagonistas  en hacer que el libro llegue a nuestras manos, esto es, las editoriales.
La elaboración de un libro es un asunto complejo desde que el autor lo piensa hasta que podemos adquirirlo en una librería. Obviamente, no puedo mostrar aquí mi agradecimiento a tantos y tantos autores como he leído, sería una tarea ímproba y seguramente bastante inútil, sin embargo, sí que puedo hacer referencia a esas editoriales que han sido tan importantes para hacer que la lectura se haya convertido en algo fundamental en mi vida.
Vaya por delante para todas las que mencionaré y, desde luego para las que no lo hago pero también se dedican a este noble negocio, mi eterno agradecimiento y deseo de que puedan seguir haciéndolo muchos años más.
Hay cuatro editoriales que fueron fundamentales en mis primeros años como lector: Alianza, Destino, Seix-Barral y Paidós.
 
La colección de libros de bolsillo de Alianza puso a nuestro alcance un conjunto de textos sobre filosofía, sociología, antropología, política y también literarios que en aquellos momentos supusieron un avance fundamental y nos dieron la posibilidad de acercarnos a lo mejor en las distintas disciplinas. También a la gran literatura del siglo XIX francés como Balzac, Flaubert y Zola. Además, contaban con esas portadas diseñadas por Daniel Gil que aún hoy puedo recordar en muchos casos.
Más recientemente tengo que agradecer a esta editorial la publicación de casi toda la obra de Yasmina Khadra, un autor que ha aparecido ya en el blog como uno de mis favoritos, y buena parte de la de Amin Maalouf.
 
A la editorial Destino le debo sobre todo el conocimiento  de Delibes y del primer Juan Goytisolo, el del realismo social ahora tan denostado.
También un agradecimiento muy especial por descubrirme a ese gran escritor que fue Sebastian Haffner con el que tanto he aprendido de una época de la historia de Europa y sobre todo de Alemania. Otro gran descubrimiento fue el del indonesio Anata Toer cuya tetralogía es de esos libros que cuesta dejar cuando los estás leyendo.
 
Seix-Barral me permitió seguir la obra del Goytisolo que abandona esa etapa por otra más experimental y también la tetralogía de su hermano Luis. No sé si ahora sería capaz de leer todos esos libros, pero en su momento los disfruté aunque no sé si siempre los entendí. Además, esta editorial fue la que publicó gran parte del boom latinoamericano entre el que destaco, obviamente de lo publicado por esta editorial, al primer y mejor Vargas Llosa  y a Manuel Puig ese escritor argentino que tanto me hizo disfrutar con sus historias y su lenguaje. Posteriormente, ha sido la obra de Eduardo Mendoza y de Antonio Muñoz Molina la que más he seguido.
La cuarta es la editorial Paidós en la que se publicó gran parte de la obra de Erich Fromm.
 
Una vez aficionado ya a la lectura, comencé a conocer otras literaturas pues en esos primeros años me había centrado casi exclusivamente en la escrita originalmente en castellano con la mencionada excepción de los clásicos franceses.
 
 
A través de la editorial Anagrama me puse en contacto con la literatura anglosajona: Paul Auster, Martin Amis y Julian Barnes principalmente, pero sobre todo Patricia Highsmith de la que leí en su día todo lo traducido. Muy poco después fue Ryszar Kapuscinski, ese periodista literario o literato metido a periodista, el que se convirtió en uno de mis autores predilectos y gracias a esta editorial pude leer lo fundamental de su obra. Muy recientemente, y después de haber abandonado por un cierto cansancio la literatura anglosajona, he descubierto otro autor de esta editorial que llevaba ya tiempo traducido pero que desconocía; se trata de John Fante del que he hecho bastantes elogios en entradas en el blog en los últimos meses. Finalmente, dentro de los libros escritos en castellano (en su colección Narrativas Hispánicas) he seguido fielmente la obra de uno de los mejores escritores españoles como es Rafael Chirbes, muy premiado con sus últimos textos.
 
Cuando inició sus publicaciones la editorial Tusquets compraba gran parte de sus libros pues eran autores bastante desconocidos por aquí. Más adelante fueron Jorge Semprún y Henning Mankell los que llamaron mi atención así como, en otro orden de cosas, Emil Cioran quien me lo ha hecho pasar tan bien y tan mal.
 
Con Alfaguara pude seguir leyendo a Vargas Llosa y a otro de los grandes escritores españoles: Javier Marías. Además, y a pesar de lo dicho sobre autores anglosajones, comencé y no he abandonado nunca la lectura de Paul Theroux, otro de mis favoritos.
 
Acantilado se ha convertido en una de mis editoriales favoritas. La textura de sus portadas, la tipografía, el gusto con el que editan sus libros ya sería suficiente, pero es que me ha permitido redescubrir nada menos que a Stefan Zweig del que he devorado y sigo haciéndolo todo lo que se publica. También mi agradecimiento por la publicación de casi toda la obra de Joseph Roth ya que, aunque la había leído por ediciones anteriores, me parece que es un autor que merece la pena que lo pueda conocer todo el mundo. Hay otros libros que me han interesado de esta editorial porque está muy especializada en autores de la Europa central y oriental, pero ninguno tanto como los citados.
 
De Random House Mondadori destacaría sobre todo el haberme permitido conocer al gran premio Nobel J.M.Coetzee, pero también a un escritor africano como Chinua Achebe que cuenta muy bien historias del mundo rural nigeriano. Además, edita la interesante obra de Javier Cercas, ese escritor cuyas novelas no lo parecen, pero lo son.
 
Llego así a una de las editoriales que más alegrías me ha dado en los últimos años, Salamandra. Gracias a ella he podido leer a Sándor Márai que se ha convertido en uno de mis autores favoritos y descubrir también a Irène Némirovsky quien a pesar de lo joven que murió, dejó una obra bastante extensa y, sobre todo, enormemente interesante. Asimismo, esta editorial ha dedicado parte de su esfuerzo en traducir autores asiáticos que, aunque escriben mayoritariamente en inglés, desarrollan sus historias en sus países de origen y con una sensibilidad muy en línea con sus tradiciones (Hosseini, Abdolah, Hanif, etc). Finalmente, dentro del género policíaco, está traduciendo toda la obra de Andrea Camilleri que con su comisario Montalbano me está haciendo pasar ratos muy entretenidos.
 
Los Libros del Asteroide es la última editorial de un cierto tamaño en su fondo que pongo. Se trata de una editorial muy ecléctica y variada en sus publicaciones; así, desde la obra de una aristócrata húngaro (Bánffy) a la de un judío búlgaro (Wagenstein), pasando por las peripecias de una prisionera en los campos de Pol Pot en Camboya. Una gran parte de los libros que edita tienen interés además, claro está, de que ha publicado lo principal de la obra de M.Chaves Nogales.
Para terminar con este tipo de editoriales, mencionaré a Taurus que, como en el caso de la ya citada Paidós, se sale del marco de la literatura, me ha dado a conocer a dos grandes intelectuales como son: Tony Judt y Tzvetan Todorov cuya obra me ha ayudado a plantearme cuestiones en los últimos años.
 
Al lado de estas editoriales que o llevan muchos años publicando o en poco tiempo han formado un buen fondo, coexisten una serie de editoriales más pequeñas pero con un enorme interés pues descubren autores que merecen mucho la pena. Algunos ejemplos pueden ser: Sajalin (Edward Bunker), Cabaret Voltaire (Mohamed Chukri), Minúscula (Varlam Shalámov) y un largo etcétera.
 
Son todas las que están, pero desde luego no están todas las que me han procurado los momentos de felicidad que supone tener un libro entre las manos. Espero que todas sigan editando en papel pues a mis años no me apetece cambiar de soporte y, además, se llega a establecer una relación en parte física con el libro que es también gratificante.
Termino como empezaba agradeciendo a estas intermediarias entre el autor y el lector su trabajo. Gracias a ellas el mundo es un poco más habitable.
 
(Como he comentado más arriba, este texto está referido casi exclusivamente a los libros de literatura; dejo para una próxima ocasión hacer algo parecido para otras lecturas también muy importantes en las que suelen ser otras las editoriales.)

miércoles, 29 de abril de 2015

Analizando a Podemos



 
Vaya por delante que soy partidario de Podemos, que les votaré en las próximas elecciones y que, estando inscrito, he participado en las diferentes primarias internas. Asimismo, he leído casi todo lo que hasta ahora se ha publicado sobre la organización y su principal dirigente que, salvo en un caso, ha sido principalmente favorable y positivo. Por eso me parece más interesante la lectura de libros que, como el que ahora comento, se plantean analizar el fenómeno, las causas de su surgimiento y los posibles escenarios de futuro de una forma más o menos objetiva y con un cierto rigor.
El autor es profesor en el Departamento de Ciencia Política de la UNED y, por lo que yo más le conozco, columnista en El País y tertuliano en Radio Nacional. Por todo ello, no solo se le supone informado sino también con una buena formación para hacer este tipo de análisis.
El libro tiene seis capítulos claramente diferentes en su temática, interés y tratamiento.
El primero es un buen resumen de los principales elementos de la sociología de Podemos y de sus votantes. También hace una comparación  con lo que está pasando en otros países. En el segundo, quizá el que más me ha interesado, se centra en las experiencias académicas de los principales dirigentes y en su participación en diferentes acciones políticas. El tercero trata algo ya bastante explicado, por ejemplo en Claro que Podemos, sobre la facultad de Políticas y sobre el programa La Tuerka. En el cuarto y quinto, se centra ya en la construcción de la organización y explica bien la importancia de Juventud sin Futuro y la PAH en ella. Finalmente, en el sexto, plantea diferentes escenarios por donde puede transitar el futuro de Podemos.
Como se puede apreciar, Torreblanca trata bastantes aspectos tanto de la organización  como de sus principales creadores y, por lo general, con cierto respeto y el lógico espíritu crítico como corresponde a quien no comparte esas ideas, pero tampoco se constituye en un hooligan anti, algo tan habitual últimamente.
Evidentemente, hay críticas con las que puedo estar de acuerdo (siempre he pensado, y desde luego en sus orígenes estaba, que Podemos debe ser una organización que no solo admita la crítica, sino que incluso la promueva) y otras que me parecen demasiado tópicas y no bien fundamentadas. De este tipo son las dos que pongo a continuación y que luego comentaré brevemente.
 
” (…) (Podemos) vuelve a dibujar España como un país anormal o excepcional respecto a Europa. (…) fijémonos en nuestro entorno más inmediato. Haciéndolo, descubriremos que los británicos también han tenido que lidiar con la opacidad de los gastos de sus parlamentarios, que los partidos franceses se han financiado irregularmente, que los daneses también han tenido una espectacular burbuja inmobiliaria, que los suecos han tenido que rescatar a sus bancos y que los finlandeses han pasado también por una importante crisis económica.” (p. 44-45)
 
 “En lugar de Gramsci, los líderes de Podemos podrían comenzar a leer a Karl Popper, el teórico de las sociedades abiertas en las que vivimos, quien defendió que toda convivencia debe estar organizada sobre la aceptación de que todo conocimiento humano es necesariamente falible, contingente y limitado, que nadie está en posesión de la verdad, y que ésta debe ser descubierta de forma colectiva y negociada.” (p. 195)
 
El problema de lo que se afirma en la primera cita es que, efectivamente, en esos países suceden esas cosas, pero es que en España suceden todas y al mismo tiempo, y por eso la idea de crisis del régimen o como se le quiera llamar.
Por lo que se refiere a la recomendación de la lectura de Popper, se puede asumir sin ningún problema, si bien creo que no solo sería útil y necesaria en Podemos sino en todo el arco político español; es más, precisamente creo  que es Podemos un buen ejemplo de trabajo y decisión colectiva (aunque  a muchos nos gustaría que hubiese seguido en la línea de transparencia y participación con la que comenzó).
 
También el autor es capaz de reconocer ciertos méritos como:
 
“Y todos esos éxitos de comunicación y organizativos, que le han llevado a situarse en los sondeos a la par de los dos grandes partidos tradicionales, los han logrado en un tiempo récord (menos de una año) con escasos recursos financieros, sin el apoyo de ningún actor establecido e incluso, podríamos decir, en un clima de hostilidad mediática.” (p. 171-172)
 
En definitiva, un buen libro para conocer mejor lo que es Podemos y para establecer un debate sobre alguna de las opiniones de Torreblanca. Por cierto, a pesar de que el libro acaba de editarse, apenas aparece Ciudadanos en uno de los posible escenarios de futuro, lo que da idea de la aceleración con que se está produciendo ese otro fenómeno.
No me gustaría acabar este comentario sin expresar una idea que me ha ido surgiendo a medida que leía el libro. ¿Serían capaces el resto de los partidos y de sus dirigentes de aguantar un  análisis así? Desde luego resultaría francamente interesante.
 
José Ignacio Torreblanca, Asaltar los cielos. Podemos o la política después de la crisis.

lunes, 27 de abril de 2015

Relatos de la inmigración armenia en USA




 
“Durante una fase en que lo leía todo, me descubrí de pronto gozosamente atrapado por la claridad, humor y enorme humanidad de sus relatos.” (Alan Sillitoe en la faja del libro)
 
Creo que ahí están muy bien resumidas las tres características principales de este conjunto de relatos que he leído con verdadero placer y en algunos momentos con emoción. Destacaría especialmente el titulado Los granados, en el que un tío de Aram, el protagonista de todos y claro trasunto del autor, quiere lograr en pleno desierto plantar unos cuantos árboles para luego vender sus frutos invirtiendo en ello todo su dinero. Relato en el que muestra su gran sensibilidad y algo del carácter armenio.
Todos los relatos tienen como protagonistas a miembros de la misma familia de inmigrantes armenios, pero sin que se muestren conflictos en su integración. En este sentido son muy diferentes a los escritos por su amigo John Fante en los que sí aparecen multitud de disputas y tensiones entre los inmigrantes italianos y la sociedad estadounidense.
Hace unos días, en la reseña de La comedia humana del mismo autor,  decía que se trataba un de buen descubrimiento; estos relatos lo confirman y me animan a seguir insistiendo con la obra de Saroyan que, lógicamente, recomiendo.
 
William Saroyan, Me llamo Aram

domingo, 26 de abril de 2015

Intriga de la buena

Si la primera temporada resultó muy interesante e intrigante, en esta segunda se han superado las expectativas. Una trama muy bien construida que te mantiene con incógnitas hasta el final, un juicio muy bien contado y con una realización realmente original, unas espléndidas interpretaciones (qué envida da ver a esos grandes protagonistas y secundarios británicos); en fin, una serie que no hay que perderse y de la que, desgraciadamente, no parece que pueda haber tercera temporada.
 
 
 
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Artículos interesantes

Es difícil poner escritos que tengan como protagonista la literatura, sin embargo, esta semana hay dos de o sobre Juan Goytisolo que merece la pena leer. En el primero, Goytisolo escribe sobre la obras de su hermano Luis y, más en concreto, sobre su espléndida tetralogía. En el segundo, Javier Rodríguez Marcos le hace hablar sobre lo mejor y más importante de su obra en un texto bastante largo pero enormemente jugoso.
 
Me gusta la forma en que Elvira Lindo plantea la situación del PP.
 
Por su rareza, y porque me parece interesante viniendo de quien viene, incluyo el artículo de Pablo Iglesias en El País.
 
Leticia Díaz, estudiante universitaria, ganó un concurso organizado por El País. Como sobre este tema se escribe poco, me parece interesante cualquier reflexión.
 
Un texto muy de Carlos Boyero sobre Juan Goytisolo.
 
Me ha salido un monográfico de El País y lo siento, pero la verdad es que el tipo de gente que lo ha escrito y el contenido creo que merecen la pena.

viernes, 24 de abril de 2015

Otra perspectiva sobre la crisis




 
Continúa Losada con este libro su cruzada en defensa de lo público emprendida en su anterior Piratas de lo público. Ahora, desde la perspectiva de la crisis que estamos padeciendo, vuelve a la carga demostrando cómo nos están engañando una vez más y desde el pensamiento patrocinado y la economoral (¡qué gran acierto el empleo de estos términos!) lo que se está planteando, y por ahora consiguiendo, es un cambio radical de modelo social en el que lo público pasa a segundo plano y debe usarse principalmente de una forma asistencial para quienes no puedan pagarse otras opciones. Al mismo tiempo se va privatizando lo público que será usado por los ganadores de la crisis.
A lo largo de los cinco primeros capítulos, Losada va desmontando las ideas que sobre la crisis y la posible recuperación actual nos están vendiendo, y para ello, sin abrumar con la cantidad, escoge aquellos datos que pueden clarificar mejor lo que está sucediendo realmente. Todo el análisis lo enmarca dentro del concepto de una España neofeudal con señores, ciudadanos y vasallos que no me parece lo más acertado del libro. Creo que no es necesaria esta conceptualización que ya leí hace años en Alain Minc aunque, por lo que recuerdo, era otra la intención del autor al hablar de una nueva edad media. Prefiero el “capitalismo a la española” que también utiliza en algún momento. En el capítulo con el que cierra el libro plantea algunas cosas que se deberían hacer para construir una alternativa. Lógicamente, es lo más problemático y flojo del libro por la dificultad del tema y el carácter un tanto arbitrista que siempre tienen este tipo de propuestas.
Losada se muestra como siempre claro, directo, sin que sobren frases ya que casi en cada una va una idea, combativo hasta el extremo y, eso sí, en este libro me parece que con un menor empleo de la ironía y el sentido del humor tan característicos de este gran gallego. (Exceptúo, claro está, su colocación en el bando de los ricos y el uso recurrente de la primera persona al hablar de ellos.)
Un libro absolutamente recomendable para todo aquel que quiera entender mejor lo que está pasando y, sobre todo, que esté dispuesto a colaborar en su transformación.
 
De las innumerables frases que hay en el texto destacaré tres que me han llamado especialmente la atención por diferentes razones. La primera porque sale a diario en cualquier tertulia que se precie sobre todo si hay algún representante de Podemos; la dos siguientes, que se complementan, porque constituyen la clave de bóveda del texto; y la tercera porque, efectivamente, la batalla del lenguaje es fundamental  y la vamos perdiendo por goleada.
 
 
“Los relatos alternativos con ricos y pobres, ganadores y perdedores, o las opciones políticas que construyen sus programas sobre estos relatos son sistemáticamente presentados como perversos para la libertad individual, peligrosos para la democracia e inútiles para resolver los problemas económicos.” (p.16)
 
“España es un país para ricos. Operamos como un paraíso fiscal para las grandes corporaciones y patrimonios. Nuestro sistema fiscal premia a los propietarios y castiga a los trabajadores.” (p.99), por eso, “El problema de España es la cuestión fiscal. No existe otro problema público más urgente, relevante o prioritario.” (p.226)
 
“Para comenzar a equilibrar esta balanza (se refiere al lenguaje que se emplea), tal vez los ciudadanos deberían empezar a llamar “inversión” social a cuanto hasta ahora nos hemos acostumbrado a calificar como gasto y empezar a calificar como “gasto público” las subvenciones y ayudas que se embolsan las grandes corporaciones y patrimonios, todas las transferencias a beneficio de los señores.” (p.154-155)
 
 
Antón Losada, Los ricos vamos ganando. Señores contra ciudadanos en la España neofeudal

jueves, 23 de abril de 2015

Una novela de original temática



 
“Es difícil imaginar que sucesos como un embarazo, los dolores del parto, los problemas de un recién nacido y sus primeros tres años o la lenta disolución del vínculo conyugal puedan todavía inspirar una novela capaz de asombrar, encandilar y seducir con un texto que lleva a ver estos acontecimientos de una manera nueva.” (Umberto Eco, en la faja que acompaña al libro)
 
Efectivamente, tiene razón Eco porque desde luego a mí me ha encandilado a pesar de que las primeras páginas no me hacían presagiar lo que vendría después. Es importante para ello la ironía y el fino sentido del humor con el que está escrita esta novela. Hay escenas, como el paso por el control de seguridad de un aeropuerto con el biberón de la hija o la cena en un restaurante de diseño, que son verdaderamente hilarantes. Pero todo el libro destila humor y una cierta carga crítica contra ciertas modas de los últimos años como puedan ser el parto natural o el sistema de dormir a los niños dejando que lloren hasta hartarse.
Claro que, llegados a este punto, tengo que reconocer que una de las cosas que ha hecho que este libro me guste ha sido mi paternidad bastante reciente aunque, evidentemente, a una edad bastante más provecta que los cuarenta del protagonista. Yo también he pasado por varios de sus problemas y me he sentido en ocasiones como él, por eso hay momentos en que no solo le comprendo sino que me identifico con él. Por lo tanto creo que es un libro especialmente recomendable para padres primerizos porque podrán sacar mayor provecho de algunos momentos.
Un libro que es una buena mezcla de retrato costumbrista, análisis sociológico, memoria del aprendizaje de la paternidad y en el que no falta también algún apunte sobre las pérdidas que ha sufrido esa generación.
Así, se afirma al final del libro:
 
“Hemos pasado en un fogonazo de la ley del profeta a la financiera, del síndrome del once de septiembre al del veintisiete de cada mes, de la hipoteca del terrorismo a la de la casa, de la ansiedad de la explosión al fantasma del desempleo. La década comenzó con los musulmanes y ha terminado con los chinos.” (p.205)
 
Hay un buen comentario en Mundo Crítico.
 
Antonio Scurati, El padre infiel

miércoles, 22 de abril de 2015

La "eutanasia social" de los nazis



A lo largo de 35 años, al  autor ha ido recopilando información sobre la “eutanasia social” practicada por el régimen nazi durante los años de la Segunda Guerra Mundial. El fruto de ese inmenso trabajo es este libro compuesto a partir de una documentación exhaustiva y muy variada ya que incluye cartas, estadísticas, memorandos, proyectos de ley, testimonios de supervivientes, etc. (Por cierto, es duro para quienes creemos hoy en la eutanasia ver cómo se utilizaba entonces este término.)
Ya ha salido alguna vez más en este blog lo útil que ha sido para los historiadores la inmensa burocracia creada por el nazismo. En este libro vemos cómo se van creando oficinas para todo y en cada una de ellas informes hasta por triplicado. De ello se nutre la investigación de Aly sobre la organización del asesinato de unas 200.000 personas por ser muy mayores o demasiado jóvenes, epilépticas o con cualquier problema psiquiátrico, asociales o tuberculosos,…
A lo largo de algo más de 300 páginas, este historiador va desgranado los diferentes momentos del proceso y describiendo la creación de los distintos lugares en los que se fue produciendo la enorme matanza. Quizá es lo que encuentro más complicado del libro para un lector español, la prolijidad con el que está contado todo y la gran cantidad de nombres de personas y lugares que aparecen que, al ser alemanes, resulta difícil poder seguir e identificar en cada momento.
Sostiene Aly que la causa principal de la matanza fue la necesidad de no dilapidar alimentos y esfuerzos para el cuidado de gente que no era capaz de producir y, avanzada la contienda, la necesidad también de camas y espacio para los soldados heridos por lo que se “vaciaron” residencias de ancianos y clínicas psiquiátricas.
Un libro muy recomendable tanto por el tema que trata como por lo bien que está construido y documentado. A mí particularmente me han llamado mucho  la atención las cartas que reproduce de internos y de familiares. También es interesante todo lo que cuenta en el Epílogo sobre los problemas para hacer el libro.
A continuación dejo unas cuantas frases que reflejan muy bien algunas ideas expresadas en el texto:
 
 “Los informes médicos y las declaraciones testimoniales tomadas entre 1946 y 1948 dibujan un escenario que no se corresponde con el prototipo del médico nazi asesino y sin escrúpulos, por un lado, y el familiar desesperado, acosado y embaucado, por otro. El escenario no era tan simple.” (p.157)
(Es muy interesante este idea porque el autor reproduce algunos escritos de familiares apoyando e incluso solicitando el fin de los pacientes.)
 
Dos ejemplos de asesinatos muy significativos:
 
“(…) querían saber qué le pasaba realmente, así que el 28 de octubre de 1940 asesinaron a Willi, a los trece años de edad, en la cámara de gas de Brandeburgo.” (p.168) (Evidentemente, luego aprovechaban el cadáver para hacer l investigación.)
o
“””No sirve para prestar ningún tipo de servicio, no sabe ensartar abalorios, no es escolarizable”. El 28 de octubre de 1940, Heinze ordenó matar a esta niña de diez años.” (p.170)
 
“(…) en el caso de los  pacientes judíos no importaba mucho suministrar una muerte rápida, sino que se prefería destinarlos a unos trabajos forzados que, por su crueldad, acababan siendo letales.” (p.221)
 
“Thierack había tomado buena nota de unos consejos que le había dado alguien de las alturas: “”Con respecto al exterminio de la vida asocial, el Dr. Goebbels es de la opinión de que hay que exterminar a judíos y gitanos en general, polacos con condena de tres años o más de pena en presidio y checos o alemanes condenados a cadena perpetua o en internamiento preventivo. Según él, la idea del exterminio mediante el trabajo es la mejor.” (P.221)
 
“Sobre todo la Acción T4 enseñó a los iniciadores que semejante exterminio se podía perpetrar dentro de Alemania. Al aceptar los alemanes el asesinato de sus propios camaradas nacionales, los dirigentes políticos confiaron en que podrían cometer crímenes todavía peores sin que llovieran sobre ellos protestas significativas.” (p.292) (Acción T4 era el nombre de todo el entramado puesto en marcha que es muy anterior a la época de la “solución final”.)
 
 
Götz Aly, Los que sobraban. Historia de la eutanasia social en la Alemania nazi 1939-1945

martes, 21 de abril de 2015

Knut Hamsun se defiende


 
 
Hace muy poco que “descubrí” a este gran escritor noruego. He leído sus dos primeros libros que han aparecido reseñados en el blog. La lógica diría que debería seguir un cierto orden cronológico con el resto de su obra publicada y, sin embargo, este que comento ahora es su último libro, escrito cuando estaba sordo y se estaba quedando ciego, pero tenía para mí el interés de que en él hablaba del proceso a que fue sometido al acabar la guerra por su apoyo al régimen pronazi de Quisling.
El libro es algo más que eso aunque ha sido precisamente eso lo que más me ha interesado a pesar de que son pocas las páginas que Hamsun dedica al tema. Por una parte, reproduciendo la carta que le envió al fiscal general del estado y, por otra, reproduciendo también su declaración ante el tribunal tal y como quedó recogida por el estenotipista. El resto del libro está compuesto por una serie de recuerdos de juventud, pocos; reflexiones sobre la vejez y el deterioro físico; sus estancias en una residencia de ancianos y en un psiquiátrico donde fue recluido antes del juicio; y también, por una serie de pequeñas historias de ficción.
Creo que es un libro en el que el autor descarga algunas emociones y, sobre todo, intenta justificar sus últimas actuaciones. Desde luego no tiene nada que ver  ni con Hambre ni con Pan, las novelas que conozco, ni siquiera por la forma de su escritura, pero, como decía antes, tiene el interés de conocer la posición de Hamsun ante las acusaciones de que era objeto y también esa sensación de decadencia que manifiesta.
Dejo unas pocas frases sobre el tema central como ejemplo de la forma de defenderse que tiene el autor:
 
“Y por ellos (los periódicos) me enteraba de lo que pasaba, por primera vez también de las ignominias cometidas por los alemanes en nuestro país.” (p.33)
 
“¿Iba yo a atacar a los judíos? Para eso he tenido demasiados amigos judíos, que han sido buenos amigos.” (En el escrito al Fiscal General, p.60)
 
“Se dice pues que cuando estaba escribiendo como mejor podía, enviando telegramas día y noche, en realidad estaba traicionando a mi país. Se dice que fui un traidor a mi patria. Así será. Pero yo no lo sentía así, no lo vivía así, y tampoco hoy lo siento así. Estoy en paz conmigo mismo, y tengo la mejor de las conciencias.” (En la declaración ante el tribunal, p.134)
 
Ni que decir tiene que seguiré leyendo libros de Hamsun independientemente de lo que hiciera en aquella época.
 
 
Knut Hamsum, Por senderos que la maleza oculta

lunes, 20 de abril de 2015

Carta al padre



 
No soy un gran conocedor de la obra de Kafka. Hace muchos años leí La metamorfosis y más adelante El proceso. Ambas las recuerdo vagamente y solo los elementos fundamentales. Digo esto porque he leído en un par de sitios que esta Carta al padre explica mucho de la obra posterior del autor e incluso, en la Introducción a esta edición, se habla de que prueba su posible complejo de Edipo.
Bien, nada de esto me importa ni me preocupa tras la lectura de este documento en lo que tenga de realidad y no de ficción literaria que, seguramente, de todo habrá. El interés me lo ha despertado como padre de un niño de cinco años. Evidentemente, la educación actual y la idea de la paternidad ha cambiado mucho desde la época de Kafka, principios del siglo XX. De hecho, creo que la mayoría de los jóvenes de aquellos años podría decir cosas muy similares a las que afirma nuestro autor y quejarse igual de amargamente de ellas. Sin embargo, creo que hay algunas afirmaciones que se podría aplicar a cualquier época y son esas las que más me han llamado la atención y hecho reflexionar.
En cualquier caso se trata de una páginas muy interesantes, duras unas veces y muy sensibles otras, y desde luego sin desperdicio a pesar de su extensión, 100 páginas, para ser simplemente una carta. Eso sí, en muchos momentos me ha impresionado la sinceridad del autor.
Hay un buen comentario y muy completo  en el siguiente enlace.
 De entre la multitud de frases que se podrían entresacar del libro, pondré algunas de las que me han parecido más significativas.
 
“(…) esa sensación de nulidad…es un producto múltiple de tu influjo.” (p.26)
 
“Ya me sentía reducido por tu aspecto físico.” (p.27)
 
“A todo esto correspondía luego tu supremacía espiritual.” (p.28)
 
“…perdí la costumbre de hablar.” (p.36)
 
“Siempre me reprochabas…que gracias a tu trabajo yo vivía sin privación alguna.” (p.47)
 
“El posterior resultado más inmediatamente aparente de toda mi educación, fue que yo huyera de todo lo que te recordase aun de lejos.” (p.50)
 
"Además, tú siempre tenías objeciones abiertamente o en secreto, contra cualquiera con quien yo me relacionara.” (p.64)
 
“Tu total falta de estimación por mi nuevo judaísmo era muy exagerada (…)
 
Más acertada fue tu antipatía contra el hecho de que yo escribiera…” (p.72)
 
“Mis escritos trataban de ti, no hacía más que depositar en ellos los lamentos que no podía depositar en tu pecho.” (p73)
 
Franz Kafka, Carta al padre

domingo, 19 de abril de 2015

Buena serie de televisión

Una interesante serie dramática que va de menos a más. Tiene algún capítulo al principio un poco reiterativo, pero lo compensa con muy buenas interpretaciones y un gran planteamiento de las "aventuras" extramatrimoniales y sus consecuencias para la pareja y para la familia en general. Habrá una segunda temporada aunque creo que podría haber terminado en esta primera añadiendo un par de capítulos.
 
 
 

Artículos interesantes

Buen análisis de Carlos Elordi sobre El PP y Rato; quizá un tanto optimista. (eldiario.es)

Víctor Alonso Rocafort hace una acertada crítica tanto de Podemos como de Izquierda Unida para terminar, a  pesar de todo, con una cierto optimismo. (eldiario.es)

Jesús Maraña explica muy bien la que ha sido la posición común a varios comentaristas estos días (yo al menos se lo he oído a Ekáizer y a Losada) sobre lo sospechoso que ha resultado el tratamiento dado al tema Rato. (infolibre.es)

jueves, 16 de abril de 2015

Otro buen descubrimiento




 
Hace poco, leyendo las memorias de Dan Fante, me topé con el nombre de William Saroyan que era un gran amigo de su padre, John Fante. En ese momento me sonó como autor teatral pues seguramente habré visto alguna obra suya cuando iba al teatro a menudo de lo que, por otra parte, hace muchísimos años. Me chocó lo que contaba Dan sobre un encargo que le había hecho el gobierno a Saroyan para que escribiese un libro favorable a la participación de los Estados Unidos en la guerra; estamos en 1942. Pues bien, ese libro que, obviamente, no fue aceptado por el gobierno, es La comedia humana.
Una pequeña joya tanto desde el punto de vista literario como desde el humano. Unos personajes entrañables desde los protagonistas de la familia Macauley, hasta los secundarios que, aunque con una participación muy limitada, dejan una profunda huella, así: el director de la oficina de telégrafos, el dueño de los albaricoqueros o el tendero armenio, por citar solo a los más significativos.
Una historia contada a partir de escenas perfectamente integradas y relacionadas; escrita con una gran sensibilidad y hasta me atrevería a decir que cariño hacia sus personajes; y como trasfondo, la guerra, de la que no se ven nada más que sus consecuencias en forma de telegramas que llegan a diferentes familias informando del fallecimiento de alguno de sus miembros. Este tono antibelicista es el que imagino que llevó a los que le hicieron el encargo a no aceptar el resultado final.
Libro muy recomendable tanto por su escritura como por la forma de contar la historia. ¡Ah! y todo en apenas 200 páginas.
Creo que acabo de descubrir a otro autor que me va a dar más de una alegría pues hay varios libros suyos publicados por la editorial Acantilado. Tras los descubrimientos de Fante y Bunker, tengo que rendirme a la evidencia de que hice mal en su día alejándome de los escritos de autores anglosajones, pero nunca es tarde sobre todo si hay editoriales que como la mencionada, Anagrama y  Sajalin están publicando gran parte de la obra de estos buenos escritores.
Me parece que me ha fallado la memoria, una vez más, y el libro que le encargaron se publicó con el título de Las aventuras de Wesley Jackson. (Acabo de pedirlo en mi librería)
 
William Saroyan, La comedia humana

miércoles, 15 de abril de 2015

Momentos de la vida de Nadia Comaneci



Sigue la buena racha de los autores franceses o que escriben en francés. La lectura de este libro me ha recordado mucho los de Emmanuel Carrère ya que se trata de contar momentos de la vida de una persona, la gimnasta rumana Nadia Comaneci en este caso, utilizando buena documentación y, al mismo tiempo, recreando toda una época, nada menos que la Rumanía de Ceaucescu.
Narrada de forma espléndida, con gran agilidad y con descripciones muy buenas de los momentos álgidos de las intervenciones de Comaneci en diferentes campeonatos y sobre todo en la Olimpíada de Montreal de 1976. Además, también está muy bien tratada la figura de su entrenador Bela Karoly.
 
“Una acróbata de las letras: sus palabras hacen piruetas, dibujan emociones con delicadeza, describen hazañas deportivas con gracia y se posan, como por arte de magia, justo donde deben. 10 sobre 10.” (Le Figaro, en la contraportada)
 
Es difícil decir tanto en tan poco espacio sobre este espléndido libro que me ha hecho disfrutar desde el principio hasta el final. Particularmente me ha llamado la atención lo bien que están desarrolladas las conversaciones telefónicas, totalmente ficticias, de la autora con la protagonista. Si tuviese que poner algún pero sería que he echado de menos que explicase un poco más el porqué decide irse del país en el momento en que lo hace e incluso que contase algo más de sus primeros tiempos en los Estados Unidos.
No seguí las intervenciones de Comaneci en su día, pero sí unos años después las de otras gimnastas rumanas que me aficionaron por un tiempo a ese deporte. Ahora he podido verlas a través de youtube y realmente, tal y como cuenta y describe Lafon, eran de otra galaxia.
Libro absolutamente recomendable.
 
Lola Lafon, La pequeña comunista que no sonreía nunca

martes, 14 de abril de 2015

Más sobre el Holocausto




Van siendo ya muchos los testimonios publicados sobre los campos de concentración y el Holocausto, por ello es difícil encontrar aspectos novedosos en los que se publican ahora. En este caso, el interés radicaría en la corta edad, diez años,  que tenía el protagonista cuando estuvo prisionero. El problema, en mi opinión, es que el texto lo escribe sesenta años después por lo que los recuerdos, como el propio autor reconoce, están muy borrados y da la sensación de que algunas de las cosas que cuenta las ha sacado de otras lecturas.
No obstante, el libro tiene un par de capítulos bastante interesantes. Por un lado, el dedicado a la vida en el gueto de Kielce antes de ser trasladados a Auschwitz y, por otra parte, todo lo relativo a la búsqueda emprendida por su madre tras la guerra para encontrarle donde se dan informaciones que no había conocido hasta ahora y que muestran el enorme descontrol que se produjo al terminar la contienda.
Al lado de esto hay bastantes páginas dedicadas a contar parte de su vida profesional que me parecen un tanto reiterativas y que rozan el autobombo (aquí tengo que reconocer que seguramente el autor tiene razón al haber llegado tan alto con una situación de partida tan difícil).
En resumen, se trata de un texto que puede resultar útil e interesante para quienes no hayan leído demasiado sobre el tema, pero que es bastante prescindible para quienes sí lo conozcan por otros testimonios más interesantes. En todo caso siempre es bienvenida  la edición de textos que testimonien el horror al que puede llegar el ser humano.
 
 Thomas Buergenthal, Un niño afortunado. De prisionero de Auschwitz a juez de la Corte Internacional de Justicia