lunes, 31 de marzo de 2014

Aunque seguramente es buena novela, no me ha gustado




Premio Goncourt, reeditada por Anagrama en Otra vuelta de tuerca (colección para reeditar obras de su catálogo que merecen especial atención), elogios en la faja y la contraportada como: “Una de las mejores novelas sobre la Gran Guerra”, “Toda una obra maestra” (B.Serrano, La Verdad), “La primera novela de J.R. es una de las más súbitas y más sorprendentes revelaciones de la década” (Le Nouvel Observateur), “Humano, profundo, conmovedor y divertido, colma todas las expectativas del lector” (Le Magazin Littéraire), etc.
Puede que todo sea cierto, en algún caso con una cierta exageración ya que apenas aparece la Guerra en 20 páginas, lo que sí que es seguro es que a mí no me ha gustado o, por decirlo mejor, no he llegado a entrar en la novela en ningún momento. Está bien escrita, tiene una estructura bastante original, pero, insisto, en mi caso no ha sido suficiente para llamar la atención.
Una pena porque llevo dos fracasos consecutivos lo que me lleva también a pensar si no seré yo el que está un tanto descentrado. Seguramente, pero eso también forma parte del proceso de la lectura. Hay textos que hoy nos harían disfrutar y dentro de un tiempo dejaríamos para mejor ocasión, y también viceversa.
 
Jean Rouaud, Los campos del honor
 

domingo, 30 de marzo de 2014

Artículos interesantes e informaciones tendenciosas

Javier Cercas firma uno de esos artículos que a uno le hubiera gustado escribir. Totalmente de acuerdo con todo lo que dice, aunque quizá yo hubiera sido más duro con el nacionalismo español. Por cierto, al igual que Cercas yo también prefiero hacer el ridículo.
 
Javier Marías también escribe un texto que me hubiera gustado que fuese mío. Cada vez odio más el incivismo de que hacemos uso, y a veces gala, en este país.
 
Un titular de El País cuyo subtítulo es casi un editorial ¿Información? No, como en el caso de Venezuela, en el asunto de Crimea lo de ese diario es de juzgado de guardia.
 
El defensor del lector recoge el cabreo que tuvimos muchos ese día. De hecho pronto dejaré de comprar ese diario.

sábado, 29 de marzo de 2014

Buen comienzo, pero...



Joven y prolífico autor libanés desconocido hasta ahora a pesar de tener escritas 15 novelas. No sé si será porque su lectura ha coincidido con que estaba viendo al mismo tiempo Shoah, el caso es que, a pesar de un buen comienzo, la novela se me ha ido cayendo poco a poco y me ha dejado de interesar. Está muy bien escrita, con una sensibilidad y unas historias que me han recordado mucho a Maalouf, pero a partir de un momento determinado pierden interés la vida y los padecimientos  del pobre protagonista.
He comentado lo de Shoah porque en la novela el protagonista es detenido y llevado preso en un barco desde Beirut hasta Belgrado; con lo que la obra cuenta  su cautiverio prolongado durante una docena de años. Evidentemente, si esos días estás oyendo los testimonios de los judíos sobre los campos de exterminio, es difícil emocionarse y meterse en una obra con tema similar.
Si traducen algo más creo que tendré que darle otra oportunidad porque si como he dicho me recuerda a Maalouf, tengo a este por uno de mis escritores preferidos.
 
Rabee Jaber, Los drusos de Belgrado
 
 

jueves, 27 de marzo de 2014

Una experiencia seguramente irrepetible




Realmente me faltan palabras para calificar esta inmensa obra, este documental creo que único por su duración (más de nueve horas), elaboración, rotundidad y dureza.
A lo largo de doce años, entre 1973 y 1985, Lanzmann realizó entrevistas a supervivientes de los campos de exterminio, verdugos, testigos (a la mayoría yo los calificaría más bien de espectadores) y a un historiador (R.Hilberg, autor de una monumental obra sobre el tema). Hay entrevistas en Alemania, Polonia, Checoslovaquia, Grecia, Israel, Estados Unidos, etc. Entre los entrevistados hay un predominio claro de judíos procedentes de Polonia entre los supervivientes, y de polacos entre los testigos (esta diferencia, judíos y polacos, la hacen muchos testigos polacos en varias intervenciones). La razón de este predominio es que el documental se centra principalmente en los campos de exterminio construidos en ese país: Treblinka, Auschwitz-Birkenau, Belzec y Chelmno.
Hasta ahora he hablado solo de las palabras, pero si solo se tratase de eso, y sería mucho, no se trataría de un documental tan especial. He leído muchos libros, de memorias en su mayoría, sobre los campos de concentración y sobre el Holocausto, no en balde el primer capítulo de la serie Mis temas recurrentes de este blog lo dediqué a él. También he visto bastantes documentales con imágenes terribles tomadas por los aliados en los momentos de la liberación de los campos. Lanzmann no utiliza nada de estos materiales en ningún momento y, sin embargo, sus imágenes resultan aterradoras, desasosegantes y angustiosas. ¿Por qué?¿Cómo consigue ese efecto?
Hay varios elementos que colaboran a ese efecto. Por un lado, los primeros planos de los protagonistas contando sus experiencias. Todos son emocionantes, pero hay uno de un peluquero en Israel  que fue el encargado de cortar el pelo a las mujeres que iban a entrar en las cámaras de gas en Treblinka que a mí me produjo sensaciones como pocas veces he tenido. En segundo lugar, cuando deja las voces en off relatando los hechos, la cámara de forma muy parsimoniosa se va adentrando por los espacios donde estaban los campos o, en el caso de Auschwitz, por los restos del campo; lugares siempre inhóspitos, lúgubres. También la utilización recurrente de los trenes acompañando las voces, trenes que seguramente por el atraso de Polonia están prácticamente igual que entonces. Finalmente, el uso que se hace del clima y de la luz. Creo recordar que solo muy al final se atisba algún rayo de sol, mientras tanto: brumas, nieve, lluvia,…
Tengo por norma en el blog que los comentarios sean lo más breves posibles y en este ya me he extendido demasiado. Me quedan muchas cosas por comentar como, por ejemplo, la confirmación de mi manía hacia los polacos, algunas imágenes y conversaciones de los testigos que explican mucho de lo que pasó y podría pasar en cualquier momento, algunas de las cosas que comenta Hilberg, etc.
Recomendar este documental es decir poco. Me ha impresionado e impactado como nada lo había hecho hasta ahora. En algún momento me he dado cuenta de que tenía que quitar la tensión que estaba acumulando en los hombros. En fin, una experiencia seguramente irrepetible.
 

miércoles, 26 de marzo de 2014

Relajarse viajando




Hacía muchísimo tiempo que no leía un libro de viajes, de hecho creo que es el primero que aparece en el blog. Sin ser un género cuya lectura haya prodigado, sí me ha gustado de vez en cuando leer alguno. Así, de memoria recuerdo: una vuelta al mundo de Leguineche, un viaje en tren a China del propio Theroux, varios de Kaplan…
Suele ser un tipo de lectura no solo entretenida, sino de la que se pueden obtener enseñanzas y ayuda para relativizar algunos de los problemas que nos aquejan en la vida cotidiana.
En este que comento, Theroux, a sus 65 años, se propone repetir el viaje que hizo hace 33 años. Varios meses para, saliendo de Londres, recorrer la Europa oriental hasta Turquía; desde allí atravesar el Cáucaso y Pakistán  hasta la India que recorre de norte a sur para luego pasar a Sri Lanka; sigue por todo el sudeste asiático hasta Japón, desde donde se dirige a Vladivostok; allí cogerá el Transiberiano hasta Moscú; finalmente, se dirigirá a París y vuelta a Londres. La mayor parte del trayecto la realiza teniendo el ferrocarril como principal medio de transporte.
Como se puede apreciar un recorrido muy completo por el hemisferio norte, con exclusión de China, que le da pie para contar un sinnúmero de cosas sobre los lugares que visita o por los que simplemente pasa. Además, tendrá ocasión de encontrarse con tres grandes escritores como son: Orhan Pamuk, Arthrt C.Clarke (en Sri Lanka donde vive) y Haruki Murakami. También aparecen personajes de otro tipo, desde una mochilera cuyo único objetivo en la vida es el viaje, a una peculiar misionera pasando por un conductor de bicitaxi birmano.
En un libro de semejante extensión, 671 páginas en gran formato, da espacio para hablar de muchas cosas que interesarán más o menos al lector según los casos. Yo reconozco que toda la parte dedicada a la India me ha interesado bastante menos que el resto.
Me gustaría destacar en otro orden de cosas los interesantes y atinados comentarios que hace sobre Vietnam (incluida la pasada guerra) y sobre los campos de concentración del estalinismo. También me ha llamado la atención su especie de rechazo por los países terminados en “istán” aunque resulta entendible por  los ejemplos que da.
Ni que decir tiene que el texto está perfectamente escrito, que el relato fluye de forma reposada como el propio viaje, que la prosa de Theroux sigue siendo magnífica pues no en vano es uno de los grandes escritores anglosajones de los últimos cincuenta años. (Desde luego quizá del que más he leído)
Libro, pues, muy recomendable para aficionados a los viajes y a la buena literatura. Eso sí, es preferible leerlo poco a poco, cosa que yo no he hecho, para paladearlo mejor.
Existe la traducción del libro fruto del anterior viaje, pero no lo tengo ni lo he leído.
 
Paul Theroux, Tren fantasma a la Estrella de Oriente
 
 
 

martes, 25 de marzo de 2014

Más John Fante




Como advertía hace un mes en otra entrada sobre el autor, aquí estoy de nuevo hablando de otro libro suyo. En este caso se trata del primero que escribió (1938) y que abre una serie que tiene el mismo protagonista, Arturo Bandini, especie de álter ego de Fante como se lee en la contraportada.
Otra vez la familia como tema central y, dentro de ella,  las relaciones padre hijo como elemento sustancial y problemático. Otra vez diálogos muy bien construidos, ingeniosos y verosímiles. De nuevo su agilidad para el relato y para el desarrollo de la acción con capítulos memorables como los que se centran en las relaciones del padre con una peculiar amante.
Un reciente y gran descubrimiento el de este autor que rompe mis últimas aversiones a la literatura de origen anglosajón. Puede que tenga algo que ver el hecho de que Fante tiene un claro origen italiano, como muy italiana es la familia de la que habla en sus novelas.
Espero bastante de esta tetralogía aunque reconozco que este primer volumen me ha gustado algo menos que los otros dos libros que he leído del autor. Por cierto una característica de sus novelas que aprecio bastante es que suelen estar en torno a las 200 páginas.
 
John Fante, Espera a la primavera, Bandini

Uruguay y José Mujica

Espléndido reportaje de Juan José Millas sobre Uruguay con entrevista a su presidente. Tengo un especial cariño tanto al país como a su presidente y me encanta la forma en que trata el tema Millás.

sábado, 22 de marzo de 2014

Sobre consumo y consumismo


 
Los libros que he leído hasta ahora de Bauman me han causado la misma sensación: hay más de lo que yo soy capaz de sacar de ellos. En este en concreto he subrayado bastantes fragmentos que me parecen interesantes y que creo haber entendido bien, pero luego hay otras partes que, o bien me parecen una reiteración de lo dicho solo que con otras palabras, o no tienen demasiado que ver con lo que está tratando en ese momento.
Seguramente es un problema mío porque, como ya he dicho en los comentarios a otros ensayos, cada me cuesta más seguir según qué razonamientos. En cualquier caso, me gustan estas lecturas y me aportan cosas obligándome a reflexionar y, como en este texto, a mirar un poco hacia adentro.
Obviamente no lo he dicho porque creo que no hace falta, el libro es una acerada crítica de la sociedad de consumo.
Dos frases que resumen bastante bien por dónde se dirige el pensamiento del autor:
 
“(…) El verdadero poseedor de poder soberano en la sociedad de consumidores es el mercado de bienes y servicios.”(Subrayado en el original)
Para desestimar las quejas que puedan resultar de los veredictos de los mercados, los políticos cuentan con la ya probada fórmula del NHA (“No hay alternativa”)…” (Ambas p.93)
 
Un enlace a un comentario más extenso y preciso.
 
Zygmunt Bauman, Vida de consumo

jueves, 20 de marzo de 2014

ANDAMIO

Futuro
 
Hace unas semanas puse una entrada en la red Facebook (que quería reproducir aquí, pero he sido incapaz de encontrarla) en la que pretendía hacer una cierta provocación a los “amigos”. La idea era más o menos: el futuro de mi hijo va a depender mucho de lo que la gente que ahora está entre los 25 y 40 años haga hoy; y estoy preocupado.
Esta entrada creo recordar que tuvo un “me gusta” y ningún comentario. Teniendo en cuenta que la mayoría de los que tengo como amigos en la red están en ese tramo de edad, la preocupación creció. Saqué la sensación de que no interesaba el tema o, lo que sería aún peor, que el nivel de resignación al que se está llegando es muy elevado.
Creo que estamos atravesando uno de esos momentos cruciales en la historia en el que sus protagonistas no son conscientes de los cambios que se están produciendo. No se trata solo, con ser importante, de la gran crisis económica y de sus efectos sociales, mentales, culturales, etc. Lo más relevante es la enorme dificultad para construir alternativas tanto teóricas como, sobre todo, prácticas, a lo que se añade la desmovilización y desmoralización que ello está provocando en aquellos sectores sociales más afectados a corto, pero sobre todo, a largo plazo por el mundo (el sistema) que quedará tras el paso de esta especie de tsunami económico-político-social-cultural…
Cada generación tiene su momento importante. La mía lo tuvo a finales de los sesenta y no sé si lo que de allí salió fue todo lo positivo que se deseaba; hay opiniones muy contradictorias sobre el tema. Desde luego, cuando “hemos” gobernado “hemos” dejado demasiadas sombras y algunas de las libertades conseguidas tampoco está claro si van a seguir persistiendo tras el tsunami.
La generación a la que aludía en la entrada de Facebook tiene ahora su momento histórico y la responsabilidad de construir el futuro, su futuro.  Por lo visto hasta ahora, mi preocupación ya expresada no hace sino aumentar. No veo ganas de “pelea” y veo deseo de satisfacciones inmediatas (obviamente deseables, pero no de forma exclusiva), veo mucho escepticismo un tanto cínico y no veo conciencia del momento que se está viviendo; veo demasiada comodidad tanto física como intelectual y pocas ganas de “complicarse la vida”. Sé que generalizar siempre es injusto, pero me temo que por ahí van los tiros de la mayoría.
Hace unos minutos acabo de terminar la lectura de un libro que, precisamente, en su última página ofrece la siguiente cita:
 
“Los estudiantes de hoy tienen mucho que enfrentar, la presión de conseguir un título, la necesidad de trabajar a tiempo parcial para mantenerse y para tener una experiencia laboral que asegure que sus CV (curricúlum vitae) se destaquen entre los demás (…). No es sorprendente que la política haya caído al último lugar de la lista de prioridades de esta generación, aunque, en términos reales, nunca haya sido tan importante como ahora”.
Jenny Little, editora de la página estudiantil del Financial Mail on Sunday, citada en Zygmunt Bauman, Vida de consumo.
 
Aunque yo no he estado hablando solo de los estudiantes, creo que refleja bastante bien parte de lo que pienso y de la enorme importancia que tiene el hoy para construir el mañana; ese mañana que, como decía al principio, me preocupa cuál pueda ser para mi hijo.
Entiendo que no interese la política, incluso que genere cierto rechazo; que el bajo nivel tanto intelectual como moral  que tienen muchos de los que dirigen el país provoque el alejamiento  y aquello de que “todos son iguales”; que se piense que, como es obvio, la simple acción individual no cambiará las cosas. Todo eso y mucho más es perfectamente comprensible, pero también lo es pensar que lo que no hagamos nosotros por nosotros mismos no lo van a hacer otros y que, como decía antes, el futuro se va construyendo día a día y, tal y como se están poniendo hoy los ladrillos, no parece que vaya a quedar una casa demasiado lucida.
Para terminar este rollo-sermón (laico por supuesto) dirigido a tantos exalumnos y amigos, dejaré dos citas que puse en Gracias a todos y que reflejan muy bien estas ideas.
 
“Se habla siempre de comprometerse como si dependiera de nosotros; pero estamos ya comprometidos, embarcados, preocupados. Por eso la abstención es ilusoria”.
E. Mounier, El personalismo
 
“Comprendo que cueste rehacerse, desafiliarse de la mezquindad, forcejear con el egoísta que todos escondemos en algún recoveco de la achacosa almita. Pero claudicar no trae sosiego. Si se acabó la época de las grandes arengas, pues habrá que hacerlo boca a boca (…), dialogar, intercambiar dudas y ansiedades, desmantelar el fariseísmo”.
Mario Benedetti, Andamios
 
 
Cine y televisión
 
Como ha pasado tiempo desde el anterior Andamio, se han ido acumulado series y películas por lo que solo mencionaré las que me han parecido más interesantes.
Por lo que se refiere a las series: Boardwalk empire, Forbrydelsen y Broadchurch. Las tres me parecen muy buenas aunque la norteamericana creo que debería ir terminando por agotamiento de los temas y personajes. La danesa, espectacular como en anteriores temporadas y muy interesante, por la visión que da de una pequeña comunidad costera de Inglaterra, la de la BBC.
En cine actual: El lobo de Wall Street, Agosto, Nebraska, Buyer Dallas Club y Philomena, me parecen, cada una en su estilo, muy recomendables.
Cine de hace unos años, no muchos. Por diferentes razones he visto tres que me parecen también recomendables así como, otra vez, de temáticas y concepciones muy diferentes: Old boy (la versión coreana original de la que Spike Lee ha hecho ahora el remake) que es una película muy inquietante; Hunger, la primera que hizo Steve McQuenn, película de una dureza difícilmente soportable y This is England, sobre el fenómeno tan actual del auge de la extrema derecha (de esta salió luego una serie de televisión que tengo pendiente de ver).
 
Como se puede apreciar hay géneros y procedencias muy diversos, pero que tienen en común una más que aceptable calidad e interés.
 

 

martes, 18 de marzo de 2014

Últimas entradas puestas en Facebook

El católico ministro del Interior mintiendo hasta que le debieron de advertir que había imágenes; el católico director del colegio Valdeluz ocultando los abusos de un profesor; la inutilidad de la no sé si católica ministra de Sanidad,...
¡Qué horror de país! Cada día noticias espeluznantes de una casta dirigente penosa.
Marianico, ¿cesarás a alguien por lo de Ceuta?
Y lo único original que se les ocurre es prohibir disfrazarse de guardia civil.
País...
 
¿Cuántos "patriotas" del PP más faltan por descubrir con dinero en el extranjero?
Si tienen el dinero en Suiza, ¿por qué no se van ellos de una puta vez y nos dejan en paz? Además, allí sí que les reciben azafatas
 
“—¡ Carajo—se dijo aterrado—, todo hace treinta años!”
Gabriel, García Márquez, El amor en los tiempos del cólera
(Ojalá solo fueran treinta)
En condiciones normales hoy me jubilaría al llegar a los ¡65! Felizmente, pude jubilarme hace unos años porque, tal y como están dejando la profesión y la enseñanza en general, seguramente habría terminado saliendo en el periódico y no precisamente por obtener ningún premio.
 
Son Llàtzer esta mañana en cardiología para la revisión anual del marcapasos de mi madre. Entramos en la consulta (solo 40 m. de retraso); doctor y enfermera continúan su animada y particular charla; la enfermera coloca a mi madre el aparato de control, el doctor gira su silla hacia el monitor sin mirar a la paciente; cuando termina el proceso, un par de minutos, gira en sentido contrario hacia su mesa nuevamente sin mirar a la paciente. “Todo bien”, entiendo que se refiere al marcapasos porque mientras tanto no ha dejado de hablar con la enfermera.
Salimos. Ni hola no adiós.
Espero que al menos se trate de un buen técnico, de un caso particular y de mi tradicional mala suerte.
 
Anoche fútbol hasta en Radio5. Escucho por primera vez IB3. Programa de entrevistas presentado por, creo entender, Miquel Ángel Ariza que entrevista al vicepresidente de la asociación ELB (Estudiantes Libres de Baleares). No había oído tal cantidad de sandeces ni de mentiras hacía tiempo; no solo del entrevistado sino, lo que es mucho peor, del entrevistador. Este vicepresidente, que estudia 2º de bachillerato, entró en la asociación hace un mes así que lleva una buena carrera.
Lo malo es que esta asociación y su presidenta tienen barra libre tanto en la conselleria como en El Mundo. Claro, que así está la educación en Baleares.
Si existe el podcast, recomiendo escucharlo.
 
Cuando veo las palabras libre o independiente en una asociación o en la cabecera de algún diario, me pregunto de quién son esclavos o de quién dependen. A veces es una pregunta retórica porque se nota mucho, demasiado.
 
Volviendo escuchar lo que Aznar, Acebes y Zaplana dijeron hace 10 años, se puede llegar a pensar que los autores intelectuales fueron realmente ese trío. En cualquier caso, tengo la "convicción moral" de que son unos delincuentes políticos y morales y les deseo lo peor.
 
El 11-M estuve a punto de agredir a un alumno por reírse mientras guardábamos un minuto de silencio en el patio del instituto. Menos mal que intervino el director.
Hoy con gusto daría un par de ...a más de uno y más de dos. Sí, violencia, pero ¿qué es lo suyo?
 
¿Alguien sabe si está pasando algo en Siria? Ayer me pareció escuchar en la radio que estaba muriendo gente de hambre, pero no sé muy bien por qué ya que no es un país pobre ¿no?
La información que recibimos de todo no es que dé pena es que dan ganas de vomitar y, como se decía en la, gloriosa, época de Franco "una persona sin información es una persona sin opinión". No es coña.

domingo, 16 de marzo de 2014

Artículos interesantes

Elvira Lindo vuelve sobre el 11-M desde otro enfoque. Bastante de acuerdo con ella aunque creo que se equivoca en lo que dice sobre Otegi.
 
Todorov escribe un hermoso texto sobre Germaine Tillion. Merecería la pena aunque solo fuera por las dos citas con las que lo termina.

sábado, 15 de marzo de 2014

Interesante ensayo



He sido un seguidor de Muñoz Molina hasta la última novela que no he leído a pesar de que me la han recomendado varias personas. Tampoco pensaba leer este ensayo, pero finalmente lo he hecho y no me arrepiento ni mucho menos.
Toca un conjunto de temas y aspectos de la realidad española con una mirada crítica, desde una posición de izquierdas, pero muy moderada y siempre defendiendo el respeto por las ideas ajenas y la necesidad de algunos consensos. Parte de la actual crisis económica con ejemplos tomados de magnates estadounidenses, para luego centrarse en la desmesura del gasto que se produjo en España y el descontrol del mismo a nivel municipal. A continuación critica a la izquierda, sobre todo aunque sin citarlo al PSOE, por su posición ante la religión y el nacionalismo. Viene luego una acerada crítica de cómo se hace política en nuestro país y qué tipo de políticos tenemos (aquí pone ejemplos muy significativos de visitas a Nueva York de políticos autonómicos). A partir de ahí describe algunas actitudes típicas de la forma de actuar de los españoles como, por ejemplo, la costumbre de llevar la contraria, el ruido, la aceptación incondicional de lo que piensan o dicen “los tuyos”, etc.
En definitiva, como se puede apreciar muchos temas interesantes sobre los que se suele pensar, hablar, analizar o discutir. La principal aportación del libro creo que consiste precisamente en plantearlos de forma bastante ordenada y con una visión comprensiva en algún caso y de fuerte crítica en otros, la mayoría. Tengo que reconocer que en general coincido con las opiniones del autor y me producen rechazo los mismos comportamientos que a él. No obstante, si tuviera que criticar alguna cosa, lo haría no tanto con lo que dice sino con lo que se puede traslucir de alguna de sus opiniones sobre el nacionalismo o la educación.
Como muestra de ideas compartidas valga este botón: “Pareció que no importaba ser mediocre o ser ignorante o venal para hacer carrera política, y ahora que necesitamos desesperadamente dirigentes políticos que están a la altura de las circunstancias y que sean capaces de tomar decisiones y llegar a acuerdos nos encontramos gobernados por toscos segundones que no sirven más que para la menuda intriga partidista gracias a la cual ascendieron, todos ellos, mucho más arriba de lo que se correspondía con sus capacidades” (p.245)
 
Una lectura muy recomendable para estos tiempos porque anima a plantearse cosas, debatirlas y, en última instancia, a estar más atento a lo que pasa y por qué pasa. Obviamente, aunque no lo he mencionado, una de las virtudes del texto es lo bien que está escrito, pero es que tratándose de muñoz Molina no podía ser de otra forma.
 
Antonio Muñoz Molina, Todo lo que era sólido

jueves, 13 de marzo de 2014

Mis autores favoritos XX: Henning Mankell







Hasta la aparición de Stieg Larsson con su trilogía Millenium, Mankell era el representante casi único de la novela policiaca sueca. Ya se había publicado casi toda la serie que tenía como protagonista al inspector Wallander que constituye el núcleo fundamental de su obra.
Tengo que reconocer que a lo largo de la primera década del presente siglo algunos de los mejores momentos que he pasado leyendo han sido con los libros de Henning Mankell y, entre ellos, fundamentalmente con los que tenían como protagonista al citado Kurt  Wallander.
Creo  que las virtudes de esta serie se pueden resumir en: un protagonista absolutamente peculiar y genial, con una desastrosa y casi inexistente vida privada, sin apenas alimentarse ni descansar, sin aficiones como no sea escuchar algo de ópera y dedicado en cuerpo y alma a su profesión; unas tramas muy bien pensadas, organizadas y desarrolladas con el añadido de buscar la forma de hacer algún resumen de vez en cuando para que el lector no se pierda; unos personajes secundarios –la hija, el padre, el resto de policías, la exmujer o las amantes- que aparecen cuando tienen que hacerlo y de la misma forma desaparecen oportunamente y que ayudan a comprender las actitudes de Wallander; unos asesinos generalmente muy preparados y difíciles de atrapar, aunque a veces el lector los conoce desde el principio; y una escritura muy ágil con acertados diálogos y buenas descripciones entre las que destacaría la omnipresencia de la climatología y la desolación de Escania, territorio en el que se desarrolla la mayor parte de la acción. En definitiva, un conjunto de elementos que hacen su lectura por momentos apasionante y casi nunca pesada a pesar de que se trata de libros que por lo general superan las quinientas páginas.
De los doce volúmenes que componen la serie si tuviera que destacar un título lo haría, desde luego, con La quinta mujer, que es un libro auténticamente modélico dentro del género y una perfecta representación de la obra de este escritor.
Fuera de la serie estrictamente policiaca, Mankell también tiene buenos libros de suspense como El chino o El cerebro de Kennedy o de temática africana. De esta no he leído todavía ninguno aunque está pendiente El ojo del leopardo.
Solo he tenido un fracaso, Profundidades. Un libro que me aburrió bastante y del que me desprendí a través del método del book crossing y del que no he vuelto a saber nada.
En esta serie de mis autores favoritos, Mankell es el primero dedicado a la novela policiaca que aparece aunque le seguirán otros como Patricia Highsmith o Andrea Camilleri. Es un género en el que se hace muy buena literatura y con el que, además, el entretenimiento está asegurado.

Buena novela sobre la guerra de Argelia


Sorprende que sea ésta la primera novela que se traduce y publica en España de este escritor francés, cuando es la séptima que escribe . Un texto que me ha impresionado no solo por el tema que trata, la guerra de Argelia y sus consecuencias personales sobre un grupo de gentes del campo que tiene que ir allí como soldados, sino sobre todo por la forma de contar la historia. Parece que estuviera narrada desde un solo punto de vista al tratarse de una especie de monólogo, pero van apareciendo los diferentes personajes y con ellos la historia va avanzando y se va aclarando -bueno hasta donde el autor quiere que se aclare que en muchos aspectos no es demasiado-.
En el capítulo inicial asistimos a unos hechos actuales para, en los siguientes, trasladarnos al pasado en plena conflicto, y así no sé si entender lo que ha pasado ese día, cuanto al menos lograr una cierta aproximación a ello.
Historia construida a base de fragmentos, con frases que en ocasiones tiene que terminar el propio lector, pero que siempre se puede seguir con relativa facilidad y en la que desde luego queda muy clara la dureza de la guerra y de sus efectos sobre los que en ella combaten y sufren.
En algún momento me ha recordado la novela de Tim O’Brien sobre la guerra del Vietnam que comenté en su día, si bien la de Mauvignier es formalmente muy diferente que es lo que más me ha llamado la atención y lo que creo que da más valor a la novela.
Posteriormente se han editado otras dos novelas del autor que seguramente leeré porque me parece alguien interesante tanto por sus temas como por su deseo de salirse de los caminos trillados.
Recomendable lectura.
Son pocos los comentarios que he encontrado sobre la novela. Enlazo el que me parece que puede ayudar a entender mejor de qué se trata.
Laurent Mauvignier, Hombres

martes, 11 de marzo de 2014

Pequeño gran libro sobre el Holocausto




Hace unos meses comenté en el blog el libro Un instante de silencio en el paredón en el que  Imre Kertész hacía unas reflexiones sobre el holocausto que realmente no llegué a comprender. Ahora me he enfrentado a un texto sobre el mismo tema que llevaba tiempo buscando por las buenas referencias que tenía. La impresión ha sido totalmente diferente.
Jean Améry (o Hans Mayer como se prefiera) tiene una fuerza y una sinceridad  que impresionan. Sus reflexiones sobre la tortura, la necesidad o no de una patria, el inevitable resentimiento de una víctima y, en el texto que cierra el volumen, el debate que establece entre la obligación y, al mismo tiempo, la imposibilidad de ser judío, signifique esto lo que signifique; todas ellas me parecen de lo mejor que he leído sobre el tema.
Profundas, escritas con claridad, razonadas y razonables, pero al mismo tiempo sacadas de las entrañas, asumiendo las contradicciones; en una palabra, magistrales.
Todos los textos fueron escritos entre 1964 y 1966, es decir, veinte años después de su liberación, seguramente el tiempo necesario para que fuesen sedimentando las ideas y los sentimientos. Creo que junto con Los hundidos y los salvados de Primo Levi debe de ser de lo mejor que se puede leer como reflexión hecha por los que padecieron aquella barbarie.
No será casualidad que ambos se refieran a los escritos del otro en las dos obras citadas y, seguramente, tampoco que ambos terminaran quitándose la vida.
Algo más que recomendable. Eso sí, si alguien se decide a leerlo que no le preocupe si no entiende especialmente la Presentación que hace el traductor ya que no deja de ser un cierto alarde de conocimiento. El autor es mucho más claro y directo.
Dejo dos enlaces con comentarios sobre el libro hechos con la suficiente concisión en un caso y amplitud en el otro para que resulten muy interesantes.

 
Jean Améry, Más allá de la culpa y la expiación. Tentativas de superación de una víctima de la violencia

lunes, 10 de marzo de 2014

Entretenimiento policiaco




Una nueva entrega, y van nueve, de la serie que tiene como protagonista a ese peculiar detective- comisario-capitán que es Bernie Gunther. En este caso se desplaza nada menos que al bosque de Katyn en Smolensk, es decir, a la Rusia ocupada -estamos en marzo de 1943- donde han aparecido unas fosas comunes. El encargo se lo hace Goebbels en persona ya que piensa que se puede aprovechar desde el punto de vista propagandístico si se confirma que son oficiales polacos asesinados por el ejército soviético.
Como siempre en las novelas de Kerr la trama está perfectamente construida, el ambiente del mundo nazi y del ejército alemán muy bien documentado (una parte importante de los protagonistas son personajes reales) y los diálogos son creíbles y, en varias ocasiones, especialmente jugosos ya que no en balde se ha comparado a veces a Gunther con Marlowe.
Quien haya seguido la serie se encontrará con lo de siempre aunque me parece una de las mejores; quien no haya leído nada de Kerr podrá apreciar una buena novela policiaca y la originalidad de este autor escocés que siempre sitúa sus novelas en la Alemania nazi.
Por cierto, hay bastantes alusiones tanto a España como a la guerra civil.
Entretenimiento del bueno.
 
Philip Kerr, Un hombre sin aliento

domingo, 9 de marzo de 2014

Cine y televisión

Estupenda serie británica. Policiaca recordando mucho a Agatha Christie, pero reflejando además aspectos de la vida y reacciones de una pequeña comunidad.





Espléndidas interpretaciones, Oscar merecidos,  en una buena película.


jueves, 6 de marzo de 2014

Volviendo a intentarlo




Desde finales de los ochenta no había vuelto a leer nada de la autora. Leí entonces: El conservador, La hija de Burger y Un invitado de honor. Recuerdo que me gustaron, que tenían bastante que ver con la realidad de su país y que frente a esa realidad adoptaba una actitud valiente de crítica del apartheid.
Luego vino una época en la que poco a poco fui dejando de interesarme por la literatura anglosajona que ha llegado hasta el momento actual en el que es raro que lea a estos escritores. Reconozco que obedece más a una manía que a otra cosa, también a un cierto cansancio ante un determinado tipo de historias y forma de contarlas y, además a que me he ido interesando por otras literaturas como se puede comprobar en este blog. No obstante, de vez en cuando, y por distintas razones vuelvo a leer algo de Auster o de Amis o, como es el caso, de Gordimer; o descubro a nuevos autores como Anderson o Fante (ambos fallecidos hace tiempo).
Todo esto vine a cuento para introducir el comentario de este libro interesante unas veces, hermoso otras, pero también un poco pesado y excesivamente prolijo en el desarrollo de algunas situaciones.
Historia bien contada; temas muy de actualidad en Sudáfrica como: la corrupción política, las protestas estudiantiles, los problemas de la educación tanto secundaria como universitaria, la xenofobia producida por la llegada de inmigrantes de los países cercanos,…que a veces resultan un tanto difíciles de entender por desconocimiento de aquella realidad; algunos personajes llamativos como la pareja protagonista   (un matrimonio mixto) que luchó por el cambio político y ahora están desencantados y el padre de ella, negro, acérrimo partidario del presidente Zuma al que disculpa cualquier error que cometa.
Novela comprometida como es habitual en la autora. Si antes combatió el apartheid, ahora critica con dureza a los diferentes gobiernos lo que demuestra su valentía y su compromiso con determinados valores.
Y, sin embargo, me deja un cierto regusto amargo por muchas páginas que, siento ser siempre tan pesado con esta idea, me parece que sobran y que la hacen un tanto reiterativa y pesada.
Dejo el enlace con un interesante entrevista con la autora.
 
P.D. Se me olvidaba, al hablar del distanciamiento de la literatura anglosajona, que hay un autor, Coetzee, del que he leído prácticamente todo lo traducido seguramente porque tanto sus temas como su forma de tratarlos se salen de lo habitual y tienen una gran fuerza.
 
Nadine Gordimer, Mejor hoy que mañana

martes, 4 de marzo de 2014

Totalmente prescindible



Si en el comentario de la primera novela de Faletti publicada por Anagrama aludía precisamente al hecho de haber sido publicada por esta editorial como signo de una cierta calidad, he de decir que en este caso se han debido de aprovechar simplemente del éxito que, seguramente, habrá tenido de la anterior para intentarlo de nuevo.
Es una novelita sin mayor trascendencia que, no estando mal escrita y tratando un tema de cierto interés como es la corrupción en el fútbol, no aporta nada en especial. Evidentemente, se lee de un tirón, pero no por lo apasionante sino, bien al contrario, por lo superficial.
Una vez más hay que dar la enhorabuena a la editorial por las magníficas contraportadas en las que se seleccionan frases de críticas y reseñas altamente elogiosas que a veces, como sucede en este caso, no se corresponden muy bien con la realidad.
 
Giorgio Faletti, Tres actos y dos partes

lunes, 3 de marzo de 2014

Últimas citas

Edad
 
A medida que uno va sumando tiempo, debe ir dejando otras cosas. Para poder almacenar años, hay que botar por la borda todo lo demás. Por eso estoy obsesionado. La madurez no se elige, es una obligación. Me ronda, me tiene cercado. Ahora no puedo voltear hacia ningún sitio sin encontrarme con mi edad.
Alberto Barrera Tyszka, Rating
 
Literatura, escritura
 
Sólo puede pretender escribir aquel que no ha leído suficiente. Ése es mi mandamiento personal. Las ganas de escribir libros se matan leyendo libros. Eso es lo que yo he hecho durante casi toda mi vida.
Alberto Barrera Tyszka, Rating
 
Multiculturalismo
 
(…) las clases instruidas contemporáneas tienen poco o nada que decir sobre la forma deseada de la condición humana. De ahí que busquen refugio en el multiculturalismo, esa “ideología del fin de las ideologías”.
Zygmunt Bauman, La cultura en el mundo de la modernidad líquida
 
Multiculturalismo
 
Un mundo “multicultural” permite la coexistencia de las culturas, pero la política del multiculturalismo no facilita –en realidad, es posible que dificulte más- el mutuo beneficio de las culturas y el disfrute de su coexistencia.
Zygmunt Bauman, La cultura en el mundo de la modernidad líquida
 
Edad, vejez
 
Con la edad, aumentas los conocimientos sobre lo desagradable del a vida y, seguramente, como mecanismo para hacerlos soportables, disminuye nuestra sensibilidad.
Rafael Chirbes, En la orilla
 
Dinero
 
El dinero no es nada. O, peor, es el que todo lo corrompe, lo estropea, un mal padre, padrastro, pero que –fíjate cómo son las cosas- tantas vidas en apariencia incompatibles une. Es una de sus virtudes. Tiene otras. Ahí podríamos decir que es un padrastro que les concede todos los caprichos a sus hijos. Los malcría. Sin su cemento, cuántas familias rotas, cuántas vidas a la deriva. Pero no, ellos tienen letras por pagar, facturas, obligaciones que cumplir, y siguen unidos hasta que  la muerte los separa, tal como juraron (…)
Rafael Chirbes, En la orilla
 
Guerra
 
Me desazonaba ser un desertor en potencia, lo que, con el tiempo, descubrí que es cualquier hombre que se ve arrastrado a una guerra; sobre todo, cualquier hombre con dos dedos de frente, con un poco de sentido común. Lo humano es desertar, lo absurdo es quedarte allí a la espera de que la sangre te empape, la tuya o la ajena. Ni siquiera las ideas consiguen quitarte eso de la cabeza. Alguien me dirá que peleas con saña porque sabes que defiendes una causa justa. No es verdad.
Rafael Chirbes, En la orilla